Zeus no es una deidad griega de magnitudes gigantescas. Tampoco lanza rayos desde el cielo ni es un mito. Ni siquiera pasa el día sentado, valorando otorgarle su gracia a los mortales. Zeus existe; es humano, upper y conduce coches de altísima gama y cilindrada allá por donde pasa. Te descubrimos a uno de los influencers silver de moda en el panorama internacional de las redes sociales, que viene a redefinir los parámetros de las personas que triunfan en la red con un estilo pulcro y señorial.
Poco o casi nada se sabe de su vida más personal, más allá de la fachada que deja ver a través de la red. Pero sí se encuentran cosas si se rebusca en los anales de internet. Zeus se llama, en realidad, Ilian Tobianah, y no es exactamente influencer, sino un abogado inmobiliario que reside en París, Francia. Trabaja para la firma Avocats Immobilier Moet et Associés desde el año 1999. Desde su incorporación, Tobianah se ha erigido como una personalidad de influencia en el ámbito jurídico-inmobiliario de París.
Más allá de su verdadera profesión, solo conocemos su ostentoso nivel de vida y su filia por los Lamborghini. Atendiendo a sus cuentas oficiales de TikTok e Instagram, sabemos que vive en París, aunque también pasa gran parte de su tiempo en lugares de lujo desmedido como Montecarlo. Allí se le ha visto saliendo de un Lamborghini Aventador ante la expectación de los demás viandantes, atónitos al ver a este particular dios terrenal.
De su hobby tenemos menos dudas. Zeus no solo es abogado: también es influencer y ejerce como modelo de marcas escandalosamente caras. Ha participado en campañas publicitarias de MessikaJewelry, una poderosa firma de joyería y lifestyle afincada en Francia. Su barba canosa, responsable de esa aura de dios griego que capitaliza su imagen pública, junto con su porte señorial, fue su principal reclamo a la hora de llamar la atención de este tipo de marcas.
Los influencers silver se han convertido en una realidad muy presente en las redes sociales. Las marcas comienzan a fijarse en ellos, los que siempre habían sido desplazados por los más jóvenes en este tipo de tendencias. Hace unos meses conversamos con Carmen Gimeno, docente licenciada en Bellas Artes de 57 años que compatibiliza su actividad profesional con una frenética actividad en redes sociales, que ha terminado por reportarle campañas de publicidad y, cómo no, notoriedad en la red.
"Mi vida ha cambiado de forma notable desde que luzco las canas: me siento liberada, natural y, por supuesto, he ganado muchos enteros en comodidad. En resumen, mi imagen ha mejorado en el aspecto estético, pero sobre todo, he logrado superar etiquetas, estereotipos y convencionalismos trasnochados", nos explicaba Gimeno, que a través de su liberación, ha comenzado a sentirse mucho mejor consigo misma.