Parece cosa de alguna plataforma pero, de momento, no lo es. La historia real de Catello Romano, un sicario italiano de la camorra preso desde 2010, tiene, eso sí, todos los elementos para convertirse en best seller, serie, película, o cualquier otro formato demandado por nuestro cada vez más voraz apetito audiovisual. Hasta el título resulta 'vendedor': 'Fascinación criminal'.
“Mi nombre es Castello Romano. Tengo 33 años y llevo 14 años seguidos en prisión. Cometí crímenes horrendos y fui condenado por varios asesinatos de la camorra. Lo siguiente es mi historial criminal”. Cualquier crítico literario diría que es un comienzo prometedor para una novela, pero lo cierto es que los crímenes relatados por Romano -tres de los cuales no eran conocidos por la propia policía- tuvieron víctimas reales. Pero ¿quién es este sicario hoy convertido casi en celebridad mediática?
Hijo de una familia burguesa del municipio de Castellammare di Stabia - un zona del área metropolitana de Nápoles aunque alejada de los barrios degradados y considerados peligrosos como Scanzano, baluarte de la camorra y de la mafia- Romano de niño quería hacerse policía pero pronto la desestabilidad familiar motivada por la separación de sus padres empezó a hacer mella en su personalidad.
Como cuenta en la tesis, siendo adolescente se obsesionó además con una película: 'Il camorrista' (1986) de Giuseppe Tornatore. De hecho, los profesores que le han dado a su tesis/ confesión la más alta calificación han señalado que la idea que subyace en el texto de Romano es que "la delincuencia ejerce una profunda fascinación" sobre los jóvenes, llegando a veces incluso a "sustituir a la familia de origen".
Así fue cómo, con apenas 18 años, el joven Romano participó en el asesinato de un concejal de su distrito, el miembro del partido Demócrata Gino Tommasino. Él y sus cómplices fueron capturados y apresados, pero Catello nunca delató a los jefes de la camorra que les habían reclutado, aunque se retractó varias veces por el crimen.
Entre las páginas de la tesis, Romano también confiesa el doble homicidio de Carmine D'Antuono y Federico Donnarumma, asesinados el 28 de octubre de 2008: "El acontecimiento más violento, traumático e irremediable de mi vida", escribe, explicando también que Donnarumma no debería haber sido Asesinado: "No sé por qué, no lo entendí y todavía no puedo entenderlo, pero también le disparé".
Hoy, Catello Romano es un flamante licenciado que recibe atención mediática. Lleva catorce años en prisión y le quedan al menos otros diez por cumplir. No parece un camino fácil el que le queda. Pero fue en prisión que, tras convertirse al budismo y luego al islam, Romano empezó a tomar cursos de filosofía y sociología. Y según informaron medios como 'Repubblica' y 'Il Mattino', su tesis no solo es completamente "autobiográfica" sino que explora cuestiones relacionadas, precisamente, con la reeducación en prisión. El propio 'autor' ha señalado su intención de que sus palabras sirvan como disuasión para los más jóvenes.
Acompañaron a Catello en la sustentación de la tesis varias autoridades de la prisión, el Imán de Milán, que lo guía en su nuevo camino religioso y su madre, Annamaría, quien se mostró satisfecha por el trabajo de reflexión realizado por su hijo: "Después de tanto sufrimiento –recoge sus palabras el 'Corriere della sera' – fue una experiencia muy importante para mi. Mientras defendía la tesis ante la comisión, encontré al verdadero Catello. Por supuesto, se equivocó. Pero ahora está pagando por lo que hizo. Y Dios, al menos por un día, realmente me lo devolvió a la vida". Se dice que ya hay editoriales pujando por los derechos de publicación de la tesis.