El día que intentaron matar a Bob Marley de un disparo: una bala que le acompañó de por vida

Si Bob Marley siguiera entre nosotros, el 6 de febrero pasado hubiera cumplido 79 años. El cáncer acabó con él en 1981 y murió en un hospital de Florida, Estados Unidos. Se podría decir que vivió un tiempo de regalo ya que, el 3 de diciembre de 1976, unos sicarios entraron en su casa y vaciaron los cargadores de sus armas con la intención de asesinarle, sin importar quienes se les pusieran por delante.

En Uppers, hemos querido recordar que Bob Marley estuvo a punto de morir por un disparo, al igual que su mujer, su manager y los integrantes de su banda. Pocos minutos antes del asalto habían estado ensayando en el estudio de la vivienda de la calle Hope Road en Kingston, la capital de Jamaica. Sorprendentemente, a pesar de los 87 agujeros de bala que contabilizó la policía, nadie murió esa noche. Ahora, la propiedad alberga el Museo Bob Marley en honor al cantante, compositor y guitarrista que mostró al mundo el poder del reggae y creó bandas tan importantes como The Wailers o Bob Marley & The Wailers.

Tras el intento de asesinato de Bob Marley se especuló con todo tipo de conspiraciones relacionadas con la política, supuestas deudas que había contraído con gánsteres y hasta con la misma CIA. Nadie entendía nada y menos Bob Marley, cuando era considerado un hombre de paz y un guía espiritual. Su intención era que sus canciones llegaran a la gente, porque estaba convencido del poder que podía ejercer la música para transformar a las personas.

Era su filosofía de vida, transmitir paz, amor, libertad y la hermandad entre las razas y los pueblos a través de sus letras. Se podría decir que en parte lo logró porque su estilo, el reggae, traspasó fronteras. También asumió la bandera del Rastafari, un movimiento religioso, social y cultural de su país que principalmente pretende transmitir sus creencias a través de la música y defiende el consumo de marihuana.

¿Por qué planificaron matar a Bob Marley?

A lo largo de los años, artículos, libros y documentales han tratado de esclarecer los hechos y encontrar los motivos que llevaron a planificar el asalto al cantante. En casi todos los casos se llega a la misma conclusión: motivos políticos. En esos años Jamaica era un polvorín. El mundo estaba en plena Guerra Fría lo que estaba afectando social y políticamente al país.

No había trabajo y en las calles se había declarado una guerra entre bandas sin cuartel. “Las pistolas inundaban la isla, los supermercados estaban desabastecidos, había cortes de energía y la población estaba empobrecida. Por todas partes, patrullas de soldados despiadados operaban según su propia ley”.

Bob Marley y Don Taylor, su mánager, propusieron al primer ministro Michael Manley, organizar un concierto gratuito el 5 de diciembre con motivo de las fechas navideñas donde los ciudadanos volvieran a unirse en favor de la paz y la unidad. Con el Smile Jamaica Concert, el líder espiritual de todo Jamaica intentaba calmar los ánimos de la población y ayudar a sofocar la violencia.

No obstante, el dirigente de Jamaica, que era socialdemócrata y representaba al Partido Nacional del Pueblo (PNP), aprovechó la ocasión para convocar elecciones anticipadas de modo que los ciudadanos tuvieran que ir a votar muy poco tiempo después del concierto. Con esa noticia quería dar a entender que Bob Marley apoyaba a su partido que claramente estaba muy unido a Cuba y a Rusia.

De ese modo, todo el bloque político contrario bajo el paraguas del Partido Laborista de Jamaica (JLP), con el conservador Edward Seaga a la cabeza, se enfrentaron al músico. También se sabía que el JLP era respaldado por la CIA. Tal como aseguran los expertos, los dos partidos representaban los dos bloques en los que se había dividido el mundo: el oriental y el occidental. La situación de crisis y la crispación popular se acentuó aún más sobre todo en los barrios marginales de la capital donde había disturbios y disparos cada día entre las bandas que defendían cada una a su partido.

Bob Marley siempre se declaraba neutral políticamente y así lo daba a entender con las letras de sus canciones. Aun así, los defensores de Edward Seaga empezaron a posicionarse en contra de que se celebrara el concierto e incluso coaccionaron al artista y llegaron a amenazarle de muerte. Tan peligroso se tiñó el panorama que una escolta oficial del Estado empezó a acompañarle en todo momento y a vigilar su casa.

Unos sicarios vacían sus cargadores sin éxito

La noche del asalto, los escoltas desaparecieron misteriosamente y dos coches blancos, con varias personas armadas a bordo, circularon hasta la entrada de la casa. En su camino se cruzaron con Rita Marley, la esposa del cantante, que salía en su vehículo en ese momento. La dispararon, pero no murió porque la bala quedó alojada entre su cráneo y las gruesas rastas que llevaba. Después, entraron en la vivienda y al encontrarse con Don Taylor, el manager, le pegaron cinco tiros. Segundos antes de caer, empujó a Bob al suelo en un intento de salvarle la vida. Lo logró, ya que la bala dirigida a su corazón impactó en el brazo. Junto a ellos, todas las personas que estaban en la casa resultaron heridas, pero nadie murió.

Tras el asalto, el cantante decidió seguir adelante con el evento y celebró el Smile Jamaica Concert. Solo permaneció en el escenario una hora y allí mismo, ante el numeroso público que se había congregado, se quitó la camiseta y mostró las heridas que le habían provocado los disparos de bala. Después, Bob Marley no quiso seguir viviendo en Jamaica y se trasladó a Londres donde siguió difundiendo sus mensajes de paz a través de sus canciones, ya convertidas en himnos de toda una generación. En la capital de Jamaica, la lucha política y los disturbios entre los defensores de un partido y otro cada día eran más encarnizados. Habían pasado dos años desde el intento de asesinato de Marley y el concierto Smile Jamaica celebrado en 1976.

Nuevo concierto de Marley en favor de la paz

Finalmente, se decidió pedir ayuda al cantante para reestablecer la paz con la organización de un nuevo evento, el One Love Peace Concert. Se celebró el 22 de abril de 1978 y ante 30.000 personas Bob Marley subió juntos al escenario a los dos rivales políticos Michael Manley (PNP) y Edward Seaga (JLP).

Dicen que el intento de asesinato del cantante de reggae lo organizó el mismo primer ministro de entonces Michael Manley para poner el foco sobre sus rivales. También señalaron como culpables a los simpatizantes de Edward Seaga que buscaban impedir que se celebrara el Smile Jamaica. Incluso mencionaron que la misma CIA se había ocupado de contratar a los sicarios debido a que consideraban a Marley como un “subversivo”.

No obstante, tras la celebración del One Love Peace Concert, Jim Brown visitó al cantante para entregarle el dinero recaudado con la venta de las entradas. Parece que Bob Marley le reconoció: era uno de los matones que había intentado matarle, uno de los hombres más poderosos de Kingston que formaba parte de la peligrosa banda jamaicana Shower Posse, principal traficante de cocaína y heroína de toda Norteamérica, laborista y defensor de Seaga.

En 1980, tras las elecciones, Seaga fue elegido primer ministro y estableció los lazos de Jamaica con el gobierno de Estados Unidos que en esos años presidía Ronald Reagan.

Los conocidos de Bob Marley recuerdan que, en su lecho de muerte, con 36 años, le dijo a su hijo Ziggy: “El dinero no puede comprar la vida”. La bala que en su día buscaba acabar con él seguía alojada en su brazo recordándoselo diariamente. Según los médicos, habían preferido dejarla porque su extracción podría afectar a la movilidad de sus dedos.