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Si para muchos el arte es un espejo, tiene todo el sentido del mundo ir a ver una muestra como 'Los bronces de Riace' completamente desnudo: se trata de dos figuras masculinas desnudas, en pie y de dimensiones ligeramente superiores a las reales (1,98 i 1,97 m), dos estatuas que datan del siglo V a.C. retratadas al detalle (es casi un análisis anatómico, dicen) por el fotógrafo italiano Luigi Spina. Y sí, la muestra se puede visitar sin ropa el próximo 28 de octubre en el Museo de Arqueología de Cataluña. Y probablemente la primera pregunta que se nos venga a la cabeza sea ¿por qué?
La iniciativa la tuvo el Club Catalán de Naturismo poco después de que algunos de sus miembros visitaran la exposición "Corpus" que la historiadora del arte, actriz y dramaturga Irene Vicente Salas organizó en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, donde se exploraba, precisamente, la representación del cuerpo en el arte.
El Museo de Arqueología acogió la propuesta con entusiasmo y el pasado mes de septiembre se realizó la primera visita 'nudista' guiada por la propia Vicente, que también realizó sus exposición sin ropa. Un éxito. Y aunque en esta ocasión se trata de una organización que promueve el nudismo la que ha solicitado la visita, pero en realidad son muchos los museos alrededor del mundo que en algún momento han decidido proponer un 'diálogo' un tanto más especular entre arte y espectador: ocurrió por ejemplo en un museo de Medellín, en el marco de una muestra del artista plástico Pedro Nel Gómez sobre 'desnudez y libertad'. O en el museo Palais du Tokyo de París, en el marco de otra llamada 'Discorde, Fille de la Nuit'.
La idea es que la propia desnudez del espectador -que implica sensaciones que pueden ir desde la libertad al desamparo- afecte a su percepción de la pieza artística, o la sensibilice de algún modo. Así mismo, cuando se trata de de obras que tienen que ver con desnudos, se busca algún tipo de identificación con los elementos exhibidos. En suma, la idea es que mientras menos capas de ropa haya, más capas de sentido podemos encontrar en las obras artísticas.
Esta actividad, avisa la web del Museo, "comporta desnudez integral y a puerta cerrada. En las instalaciones se acompañará a los visitantes a la zona habilitada para dejar sus pertenencias y comenzar la actividad”. Visitar la muestra sin ropa cuesta siete euros y el aforo es limitado. Las posibilidades del arte de sacarnos de nuestra zona de confort son, en cambio, ilimitadas.