La salud de Concha Velasco lleva un tiempo siendo delicada. La artista lleva un año en una residencia para tener a manos los cuidados y las necesidades de las que requiere su estado actual ya que, a sus 83 años, con algunos problemas de movilidad, requiere de cuidados profesionales. “Hemos decidido que es lo mejor para mí”, comentó cuando saltó la noticia. A lo largo de este año la actriz ha sufrido algunos problemas de salud que ha logrado solventar para tranquilidad de su familia y público. Sin embargo, un comentario hacía saltar las alarmas en los últimos días.
Lo último que se ha conocido sobre la salud de Concha Velasco fue durante las navidades, pasando parte de ellas en el hospital, tal y como explicó su hijo Manuel, por directrices médicas y porque su salud se había debilitado en los últimos meses. Todo salió bien y despidió el año desde su residencia.
Desde entonces, todo alrededor de la actriz había estado tranquilo hasta que hace unos días la representante Susana Urribari compartió en sus redes sociales una fotografía con Concha Velasco que, a pesar de acompañarla de una palabras llenas de cariño, hicieron saltar las alarmas. “Te quiero, mi Concha Velasco. Eres fuerte y todos te queremos. Eres una gran persona, un 10 como actriz y una gran luchadora. Por mucho tiempo más contigo. Mi día de la mujer se lo dedico a una gran mujer”, fueron las palabras de Urribari que algunos entendieron como que la actriz volvía a pasar por un momento complicado de salud.
Para calmar las aguas, La Razón ha hablado con Manuel, hijo de la artista, para que aclarase el estado de salud de su madre. “Lo cierto es que no hay novedad. Ella sigue delicada, pero muy estable en la residencia. Todo está en orden”, comentaba al diario mencionado para tranquilizar sobre la salud de Concha Velasco.
En la actualidad, la presentadora está en una residencia de Las Rozas después de no lograr adaptarse del todo bien a la primera en la que ingresó. En esta cuenta con una habitación bastante amplia, con vistas al jardín y mucha luz, además de las zonas comunes del centro. Desde allí sigue disfrutando de una de sus pasiones, el cine. Aunque ya no va a las salas, pide a sus familiares y amigos que le descarguen las películas en el iPad, donde sigue disfrutando de sus largometrajes favoritos.