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Aunque parece mentira, en plena era de la información y del conocimiento, en un mundo global en el que las telecomunicaciones lo han revolucionado todo, todavía hay margen para la sorpresa y el descubrimiento. Si el universo plantea un abrumador número de incógnitas, también en la cercanía de nuestro hogar azul hay terreno desconocido. Cada cierto tiempo se difunde una noticia que nos lo recuerda. Y es lo que ha pasado recientemente, cuando investigadores peruanos y estadounidenses han descubierto una nueva especie de serpiente. El animal ha recibido el nombre técnico de Tachymenoides harrisonfordi, en honor al actor Harrison Ford. Y este ha reaccionado ante la decisión.
El Parque Nacional Otishi, situado en plena cordillera peruana del Vilcabamba es el sitio en el que ha tenido lugar el hallazgo, un área poco explorada situada en el conocido como el Valle de la Cocaína. Se trata de un reptil de color marrón amarillento pálido, cuya piel presenta abundancia de manchas negras, el vientre negro y el iris de color cobre y con una raya vertical. Esta especie puede llegar a medir cuarenta centímetros cuando está totalmente desarrollada, pero no resulta peligrosa para los seres humanos: el ejemplar identificado no es venenoso ni agresivo, y se alimenta de pequeños vertebrados como lagartijas y ranas.
Los descubridores de la serpiente han querido acordarse del mítico actor a la hora de denominarla. Algo parecido a lo que ya sucediera en 2011, cuando se utilizó su nombre para identificar a la Calponia harrisonfordi, una especie de araña araneomorfa de la familia Caponiidae descubierta en California. El compromiso del actor con el activismo medioambiental y la defensa de la fauna han sido motivos señalados a la hora de poner nombre a estos hallazgos. En el caso del reptil se da otra divertida particularidad: el personaje de Indiana Jones, uno de los más conocidos de Ford, sufría de ofidiofobia, o miedo irracional hacia las serpientes, un recurso muy explotado en las películas de la saga.
Y el actor ha reaccionado ante la noticia del nombramiento de la Tachymenoides harrisonfordi. El bueno de Indy se lo ha tomado con humor: "Estos científicos siguen poniendo mi nombre a bichos, pero siempre a los que aterrorizan a los niños. No lo entiendo. Paso mi tiempo libre haciendo punto de cruz. Canto nanas a mis plantas de albahaca para que no teman la noche", ironizaba, como recoge The Hollywood Reporter.
Harrison ha querido también, más allá de hacer humor, reivindicar la importancia de este tipo de descubrimientos y hallazgos, que califica de "humillantes", en cierta medida. "Es un recordatorio de que aún queda mucho por aprender sobre nuestro mundo salvaje, y de que los humanos somos una pequeña parte de una biosfera imposiblemente vasta", reflexionaba, recordando que, actualmente, un millón de especies "se tambalean al borde del olvido" e instando a la sociedad a "proteger los lugares que sustentan la vida".