Angelina Jolie y sus demonios personales: en plena crisis de identidad, reclama el poder de la fragilidad

  • La actriz lanza Atelier Jolie, una marca de moda colectiva y circular que le servirá como terapia contra aquello que aún la desestabiliza

  • La firma pondrá en valor el trabajo de los refugiados y otras personas con grandes talentos infravalorados

  • Emprende una nueva etapa que, en lo personal, le acerca a su yo adolescente; como actriz, a María Callas, cuyo biopic le hará brillar de nuevo

A Angelina Jolie le caracteriza una elegancia juncal. Se dobla, pero mantiene enderezado el tallo y, sabiendo que no hay quien lo arranque del suelo, ha descubierto que su propia fragilidad puede ser mayor fortaleza. A sus 48 años, todavía se pregunta quién es, según ha confesado en su última entrevista, publicada en la revista Vogue. Y en esa búsqueda de identidad ha necesitado volver a lo básico, a ese yo adolescente que compraba en tiendas de segunda mano y se liaba cigarrillos. Aunque vulnerable, es su esencia. No la cambiaría por nada del mundo y es la que ahora da carácter a su nuevo proyecto, Atelier Jolie, una marca de moda colectiva y circular.

Su nueva gran familia creativa

La actriz la usará como terapia contra aquello que aún la desestabiliza y la que le permitirá llegar a los 50 como mujer renovada. Ha querido que sea un espacio colaborativo, que "los creadores colaboren con una familia experta y diversa de sastres, patronistas y artesanos de todo el mundo". Son profesionales con los que ha trabajado y con los que desea aprovechar el material vintage y desechado que existe".

Anunció que la marca vería la luz en otoño y está volcando en ella sus valores. Desde la sostenibilidad, el upcycling (reutilización creativa) y el deadstock (tejidos que no se han podido vender), Jolie propone reparar o reciclar piezas que aún se pueden recuperar, perfeccionar y dar una nueva vida creando prendas de calidad y con un significado personal. Para su proceso creativo, quiere reunir equipos de trabajo diversos en los que tendrán cabida puestos de aprendizaje para refugiados, además de artesanos y creadores de todo el mundo.

Con Atelier Jolie, la protagonista de películas como 'Maléfica' da continuidad a su faceta solidaria. Desde muy joven ha amadrinado varios proyectos humanitarios, como la lucha por los derechos de los desplazados, la gestión de las colmenas de abejas para potenciar la evolución de la especie o el liderazgo femenino que permite a las mujeres crear redes de apoyo con diferentes fines y acciones. "Cuando las mujeres adquieren habilidades y conocimientos, su instinto es ayudar a crecer a otros", declara.

Fin a su etapa en ACNUR

En diciembre de 2022, después de más de dos décadas de trabajo y unas 60 misiones, puso fin a su etapa en ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados. "Creo en muchas cosas que hace la ONU, particularmente en las vidas que salva mediante la ayuda de emergencia. ACNUR está lleno de personas increíbles que marcan una diferencia en la vida de las personas todos los días. Los refugiados son las personas que más admiro en el mundo y me dedico a trabajar con ellos por el resto de mi vida. Trabajaré ahora con organizaciones dirigidas por personas más directamente afectadas por el conflicto, que les den mayor voz", escribió en su cuenta de Instagram.

Actriz, directora, guionista, productora y activista por los derechos de los refugiados y especialmente de los niños y las mujeres, usará la moda con ese objetivo, pero también como salud mental. Aunque serán diseños monocromáticos, minimalistas y casi anónimos, aún se pregunta cuál será su estilo. Ni siquiera ha logrado entender quién es ella. "Supongo que estoy en transición como persona", declara a Vogue.

Sus hijos, su mayor motor

En los últimos años ha reconocido sus imperfecciones como madre de seis hijos, a pesar de sus esfuerzos por tener una hogar perfecto y organizado y a pesar de pasar con ellos todo el tiempo posible para viajar a Camboya, Namibia y otras partes del mundo y enseñarles que hay muchas formas de cambiar el mundo y de ser responsables con el planeta. Sus hijos son su motor y quiere que vean en ella el reflejo de esa necesidad de luchar y de poner en práctica los derechos de las personas privadas de ellos.

A pesar de su apariencia delicada, mantiene una naturaleza salvaje y reclama libertad para pensar, moverse y convivir con sus demonios, que no son pocos. En 2011 narró la fuerte depresión que le llevó a ideas suicidas. La actriz tenía entonces 26 años y triunfaba con su personaje de Lara Croft. Ni el éxito ni la alegría por el Oscar por 'Inocencia interrumpida' apaciguaron sus dudas existenciales. Llegó incluso a pedir a un sicario que la matase como alternativa a quitarse ella misma la vida, pensando que un asesinato habría sido una carga menos pesada para su familia y amigos que un suicidio. El propio sicario la persuadió.

Anteriormente, había confesado su extraña querencia por los cuchillos y la ciencia mortuoria. Según el escritor Andrew Morton, tuvo una adolescencia complicada y de relaciones difíciles a causa de su carácter. En una biografía no autorizada relató que llegó a matar a alguna de sus mascotas durante algún experimento.

"Rota, desordenada e imperfecta"

Nunca ha ocultado su faceta más insegura, su identificación con la antiheroína "rota, desordenada e imperfecta". En varias ocasiones ha confesado que su agotamiento físico, mental y emocional que le ha llevado a esa despersonalización de la que vuelve a hablar ahora. Sus tormentos internos se han ido acentuando por una vida cargada de responsabilidades personales, disponibilidad constante y las expectativas marcadas por la industria del cine. Ese nivel de autoexigencia, el miedo al fracaso o la continua necesidad de probarse a sí misma le han llevado al colapso en varias ocasiones.

Culpa a Brad Pitt, a sus anteriores fracasos amorosos, al entorno, a sus traumas de infancia, a sí misma… Al abrir su corazón se permite identificar aquellas heridas que no termina de sanar. El divorcio con el padre de sus hijos le hizo recapacitar, pero también al actor le sirvió para abrir sus propias cajas. El actor, ya rehabilitado, reconoció entonces sus adicciones. Ella aún recuerda que se sintió "muy pequeña", casi insignificante.

En esta nueva búsqueda de equilibrio vital, reivindica algo que hace extensivo a todas las mujeres: el derecho a ser frágil. "No queremos luchar todos los días para desafiar, para demostrar que podemos trabajar duro, criar solas a nuestros hijos y hacer lo todo. Queremos el derecho a la fragilidad". No quiere un empoderamiento agresivo, sexy o amenazante, sino alegre y humilde. Está convencida de que trabajar en el espacio creativo de Atelier Jolie será su mejor terapia para sentirse "genial y segura".

Ha empezado, además, el rodaje del biopic en el que interpretará a María Callas a las órdenes de Pablo Lorrain y que se presentará en el próximo Festival de Cannes.

Esta cantante de ópera fue también una mujer llena de vulnerabilidades, enigmas y contradicciones y con una agitada vida sentimental. Puede que su papel de diva griega le ayude a descifrar quién es, aunque le exigirá un esfuerzo interpretativo enorme. Será también la ocasión para hacerle brillar como actriz.

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