La redención de Charlie Sheen: cómo cambiar una vida de excesos por una sobria y familiar

Charlie Sheen es, sin duda, un rostro más que reconocible para el gran público. Ha participado en una larga lista de películas y series de televisión sobre las que destaca especialmente ‘Dos hombres y medio’. Casi una década estuvo interpretando al personaje con el que comparte nombre y mucho más, era un hombre que llevaba una vida plagada de excesos, igual que la suya. Una adicción al alcohol y las drogas que nunca ha sido ningún secreto y lo llevaron a ser despedido en 2011 de la serie que protagonizaba. A sus 58 años, el hijo de Martin Sheen está a punto de cumplir seis años sobrio.

Cortar por lo sano

“Ahora llevo un estilo de vida muy consistente que se basa en tareas de padre soltero y en criar a mis gemelos de 14 años, Max y Bob”, relataba hace unas semanas el intérprete a People donde explicaba cómo había cambiado por completo su rutina en estos años. “Me levanto sobre las 4:30 o 5:00 de la mañana, veo las noticias, hago ejercicio, respondo correos electrónicos. Luego despierto a los niños y los ayudo con su rutina mañanera”, explica.

Este nuevo día a día difiere bastante del que llevaba hace apenas una década, cuando él mismo reconoce que le “encantaba beber por la mañana, tomar un poco de whisky escocés en el café”. Y una mañana fue el momento en el que se dio cuenta de que tenía que cambiar por completo su forma de vida. No solo por él, sino por sus hijos.

Era 2017 cuando “una mañana me olvidé de que mi hija tenía una cita a la que le había prometido llevarla y ya me había tomado un par de copas ese día. Tuve que llamar a mi amigo Tony para que nos llevara. Llegó a tiempo, pero me rompió el corazón porque estaba en el asiento trasero y vi que pensaba ‘¿por qué papá no conduce?’. Eso me hizo pensar todo el día y a la mañana siguiente paré”.

Una recuperación desde los infiernos

Dejó de beber de golpe, cuando ya llevaba tiempo alejado de las drogas. Cuando dejó el alcohol se lo tomó como un reto de mes a mes, viendo como sus relaciones con las personas cercanas mejoraban, lo que le dio impulso para continuar sin probar ni una gota. Un cambio de vida que no solo le ha llevado a reforzar sus lazos familiares, sino que también le ha ido devolviendo poco a poco su hueco en el mundo de la interpretación. “Durante mucho tiempo tuve la mejor reputación laboral, pero desapareció, así que estaba muy emocionado de volver a ser esa persona”, reconoce.

Durante años su reputación cayó por los suelos cuando las noticias sobre él se centraban en denuncias por maltrato doméstico, por no pagar la manutención de sus hijos o por no avisar a sus exparejas de que era portador del VIH. Ahora está plenamente agradecido a su familia y amigos porque “las únicas veces que nos distanciamos fue por mi culpa. Nunca me cerraron la puerta. Siempre han estado ahí”.