"Parecíamos mongo y bongo", suele recordar Stallone cuando le preguntan sobre su eterna rivalidad con Schwarzenegger. "Realmente respeto a este tío por todo lo que ha logrado, pero en esa época quería estrangularlo", asegura. Uno hacía 'Rambo' y el otro hacía 'Comando', uno incursionaba en la ciencia ficción con 'Desafío total' y el otro le seguía los pasos con 'Juez Dredd', uno derrapa en comedias como 'Poli de guardería' y el otro derrapaba aún más en comedias como 'Para o mamá dispara'. Los 80 en estado puro.
No podía haber historias de vida más disímiles que las de estos dos rivales. Uno era de Nueva York, el otro de Thal, un pueblo perdido de Austria, uno era hijo de migrantes italianos, el otro de colaboracionistas nazis, uno empezó por todo lo alto ganando el Oscar por el guión de su primera película, 'Rocky' (1976), el otro lo ganaría todo en el fisicoculturismo antes de arrancar su carrera cinematográfica con 'Conan, el bárbaro' (1982).
Durante la era Reagan, ese periodo en el que EE UU se esforzaba por terminar de barrer a la URSS como imperio global, ambos actores fueron los encargados de darle rostro al nuevo 'americano' armado y dispuesto a barrer a tiros a cualquier enemigo de la patria, ya sea un boxeador ruso ('Rocky IV'), un alienígena cazador de trofeos ('Predator') o, más comúnmente, sanguinarios guerrilleros orientales o narcotraficantes latinoamericanos. El mundo, según el orden dictado por los 'sheriff' del s. XX.
Ataques directos en entrevistas, puyas nada disimuladas en sus películas, insultos en toda regla, las rivalidad era tal que uno no podía entrar a un local en Hollywood si había allí alguna foto del otro. Hubo hasta trucos para hacer caer al otro en películas con guiones desastrosos: es célebre la historia de cómo Schwarzenegger engañó a Stallone (a través de sus respectivos agentes) para hacerle creer que quería hacer 'Para o mamá dispara' ("el guión era una mierda") con lo que Stallone no tardó en adelantársele firmando así uno de sus peores fracasos.
El ex gobernador de California dice que solo se dio cuenta de lo ridícula que era la competencia cuando, con el afán de superar Stallone en el tamaño de sus armas, se vio a sí mismo empuñando con una mano una metralleta diseñada como equipación para helicópteros. "Se nos había ido de las manos', admite.
Con el paso de las décadas, superadas las guerras ideológicas (y caída en picada la taquilla de sus películas) los eternos rivales no solo harían negocios juntos (una cadena de restaurantes en la que también participó Bruce Willis) sino que Stallone apoyaría la campaña política de Arnold y finalmente, ya entrado el s. XXI, acabarían incluso compartiendo pantalla en cintas como 'Expendables' (2010).
Más recientemente, sendos documentales de Netflix llamados 'Arnold' y 'Sly' respectivamente, han recuperado de manera risueña esta clásica rivalidad. Ambos aparecen en e documental del otro recapitulando algunas de estas viejas escaramuzas. Además, ambos protagonizan también sendas series: 'Tulsa King' la de Stallone, se puede ver en Prime y es una comedia ácida sobre mafiosos. 'Fubar', la de Schwarzenegger, está en Netflix, y va de un padre espía que no sabe que su hija también es espía, a lo 'Mentiras arriesgadas'. Ambas series, como la rivalidad de los viejos compadres, han renovado para una nueva temporada.