Y habitó entre nosotros. El maestro Martin Scorsese estuvo dando una charla magistral (casi secreta) en la Academia de Cine de Madrid y dejó a su paso algunas frases remarcables sobre su relación con el cine. Y la vida. El creador de clásicos como ‘Taxi Driver’ o ‘Uno de los nuestros’ estuvo, además, arropado por la mismísima Reina Letizia que no dudó en acercarse a disfrutar de las palabras del cineasta.
Rodrigo Cortés fue el encargado de hablar con un Scorsese que se mostró en todo momento cálido, cercano y en ocasiones hasta jovial. Scorsese no tiene, eso sí, ningún reparo para hablar de la rabia que determina muchas veces sus procesos creativos –“la película ‘Infiltrados’ es un buen ejemplo, arranca con metraje de noticias, de violencia racista. Y, a partir de ahí, la locura"- ni tampoco en renegar del CGI en su ya conocida aversión por cintas como las de Marvel a las que directamente no considera cine.
El cineasta, de quien Jonah Hill dijo que en el plató era como un jugador de ajedrez, capaz de resolver problemas complejos en escasos segundos, dejó una serie de frases memorables. Escogemos algunas.
A continuación alguna de sus frases más destacables:
Sobre los actores
Viniendo del cineasta que dejo improvisar a Robert de Niro en ‘Taxi Driver’ –“are you talking to me?” no hubiera existido de otra forma- es toda una declaración de principios. Scorsese dice que siempre advierte a los actores sobre la posibilidad de que sus inspirados aportes vayan a la papelera de la mesa de edición, pero que por lo general los usa.
Sobre sus comienzos
Parece difícil de creer, pero todos hemos empezado alguna vez. Y Scorsese, en su día un pequeño crío asmático de Little Italy (Nueva York) al que sus padres llevaban al cine porque no podía hacer deportes, no es la excepción. Además, hay que recordar que su carrera de 50 años ha pasado por algunos baches, particularmente en los 80, cuando lidiaba con sus propios demonios personales.
Sobre el paso del tiempo
Dice que se acuerda de la época en la que rodó ‘Toro Salvaje’ o ‘Hugo’ pero que le cuesta recordar los años en los que lo hizo. Para muchos de los que lo conocen, Scorsese es un verdadero obseso del cine, como Tarantino, como lo era su mentor, Cassavetes. Tal como ocurría con el protagonista de 'Alta Fidelidad' que ordenaba sus discos según las rupturas que le recordaban, al parecer Scorsese es más propenso a la memoria emocional que a la cronológica.
Sobre la maestría
En sus propias palabras, Scorsese se ha convertido en un cineasta de estructuras. Recuerda con agrado el plano secuencia de ‘Uno de los nuestros’ el montaje experimental, los movimientos de cámara… pero ya no los necesita. “Ya he explorado todo eso en mi carrera”, asegura. Para Scorsese ahora todo tiene que ver con el montaje y las secuencias, como en el caso de "El irlandés", “donde la segmentación nos lleva hasta la determinación final”.
Sobre su evolución con los años
“Cada película es un universo, es un lugar aislado en el que vives durante un largo periodo de tiempo, lo que afecta también a tu vida privada” ha dicho Scorsese, que también afirma que a estas alturas se ha 'despojado de la técnica'. No es extraña tampoco esta deriva hacia un cine menos estridente o elaborado, pero a la luz de sus dos últimas películas, en efecto, no necesita nada de eso. Le basta con tener historias que contar.