La carrera de Sylvester Stallone nunca ha sido tranquila, eso es lo que tiene dedicarse al cine de acción y haberse puesto en la piel de Rocky o Rambo en varias ocasiones a lo largo de su extensa carrera interpretativa. La adrenalina de algunas escenas a veces hace que, sin usar dobles de acción, muchos actores se aventuren a hacerlas para dar todo de sí, y de eso Stallone sabe mucho. Heridas de rodaje tiene muchas, pero quizá la que más quebraderos de cabeza le ha dado es lo ocurrido en ‘Los Mercenarios’, película que le ha llevado a pasar por quirófano hasta en siete ocasiones.
En la saga de películas de ‘Los Mercenarios’ han participado los grandes actores de acción junto a Stallone, como Jason Statham, Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis, Dolph Lundgren, Antonio Banderas, Mel Gibson, Harrison Ford o Jean-Claude Van Damme. Entre todos ellos, también Steve Austin, quien fue luchador profesional y culpable (involuntario) de las recurrentes visitas de Sylvester Stallone al quirófano.
En unas películas donde las peleas están a la orden del día, es normal sufrir alguna que otra lesión, y eso es lo que ha explicado el actor en el reality ‘The Family Stallone’ que tiene junto a su mujer y sus hijas.
El problema de Stallone se encuentra en el cuello, tras una escena en la que tenía que enfrentarse a Steve Austin. “Hice cosas estúpidas. Estaba dirigiendo ‘los Mercenarios’ y, como un idiota, haciendo la toma 10 y recuerdo el golpe, lo sentí”, recuerda. En la escena Austin lanzaba al personaje de Stallone sobre un muro de piedra en el que se dislocó los hombros y se fracturó el cuello, lo que provocó que le tuviesen que poner una placa de metal en el cuello.
“Nunca me recuperé. Tras esa película nunca volví a ser físicamente el mismo”, sostiene, lo que le ha llevado a tener que volver a operarse. Esa fue una lección que le quedó especialmente marcada, por eso siempre les advierte a los actores que es mejor “no hacer sus propias acrobacias”.
Jennifer Flavin, su mujer, también ha comentado que normalmente su marido suele esconder el dolor y fingir que todo eso no ocurrió porque “no le gusta que la gente conozca que ha tenido tantas cirugías de espalda. Para nuestra familia es muy aterrador cada vez que Sly tiene que ser intervenido, porque nunca se sabe…”.