Dicen que si estás en Roma y vas a ver una película al Cinema Nuovo Sacher, en el distrito de Trastevere, todavía te puedes cruzar con Nanni Moretti llegando en vespa o acodándose en la barra del bar o arrellanándose discretamente en alguna de sus 362 butacas para ver la 'ópera prima' de algún debutante director (o directora) de cine italiano. Al 'propietario', es sabido, le gustan los asuntos del 'popolo' y, qué diablos, para qué tener un cine si no vas a ver películas en él.
La historia de este singular espacio -su estética resulta anacrónica para el s. XXI y ciertamente lo es- se remonta a los años del fascismo. Del viejo fascismo, para ser más precisos. El edificio en sí es de mediados de los 30 del siglo pasado, es decir, en el apogeo de la propaganda y los albores del Segundo Imperio Italiano que ya encabezaba Mussolini, futuro 'Duce', desde la presidencia del Consejo de Ministros Reales. ¡Boia chi molla!
El edificio que actualmente alberga el cine Nuovo Sacher nació, de hecho, como un 'Dopolavoro dei Monopoli dello Stato', esto es, un centro de esparcimiento para los trabajadores de empresas estatales ligadas al tabaco el alcohol o el ocio. La construcción fue confiada al arquitecto Ettore Rossi -que durante un tiempo formó parte de un 'dream team' de arquitectos funcionales al régimen- y se terminó en 1938, en plena expansión del Imperio, producto de lo cual la fachada del hoy cine 'indie' por antonomasia de la capital italiana tiene todavía un águila imperial decorando su frontispicio.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el viejo 'Dopolavoro' fue utilizado como refugio para personas desplazadas, pero después del conflicto, la estructura comenzó a funcionar como un cine, con el nombre de Cinema Teatro Nuovo, y permaneció en funcionamiento hasta finales de la década de 1980.
No sería hasta 1991 el complejo, cerrado durante dos años, se confió en administración a Sacher Film, la productora de Nanni Moretti y Angelo Barbagallo, quienes encargaron al arquitecto Giuseppe Ciorra reformar la edificio pero respetar -con muy buen tino por parte del izquierdista eternamente insatisfecho Moretti- los perfiles y la iconografía originales. Re-apropiacionismo del bueno.
Así nacía el cine Nuovo Sacher, que de inmediato se posicionó como 'el' cine independiente romano gracias a su oferta de realizadores debutantes, cine de autor y festivales alternativos que, sin embargo, no están exentos de la presencia de celebridades. Al último de ellos, de hecho, el 'Rendez-vous. Nuovo cinema francese' acudió Catherine Deneuve como protagonista de 'Bernardette' primer película de Léa Doménach.
El Trastevere -dicen las guías turísticas- es mucho más que un barrio: "es la quintaesencia de Roma, con la zona residencial siempre situada en lo alto, hacia el Gianicolo, y la parte más popular entorno al antiguo puerto. Esta orilla derecha del Tíber no quiere perder su identidad a pesar del gran número de turistas que paseamos embobados o curiosos por sus callejuelas."
¿De dónde viene eso de Sacher, por cierto? De la tarta favorita de Moretti: un postre austriaco consistente en dos planchas gruesas de bizcocho de chocolate y mantequilla separadas por una fina capa de mermelada de albaricoque y recubiertas con un glaseado de chocolate negro por encima y los lados que se sirve con crema de leche. ¿O suena? ¿No? Muy bien, sigamos así, hagámonos daño.