Los grandes directores suelen tener una relación obsesiva con el cine. Es el caso de Martin Scorsese, artífice de varios clásicos de finales del siglo pasado -solo por 'Uno de los nuestros' tendría asegurado un lugar en el parnaso cinematográfico- que a decir de Leonardo DiCaprio, probablemente su segundo actor fetiche después de De Niro, ha visto "todas y cada una de las películas que se han hecho hasta 1980".
Es verdad que en las décadas siguientes Scorsese ha bajado algunas velocidades -demasiado Marvel para su sensibilidad clásica-, pero aún así, a sus 82 años, sigue siendo un cinéfilo empedernido. Es por ello que cuando a DiCaprio le preguntaron qué película le había podido recomendar él al director, lo primero que hizo fue quedarse en blanco. Difícil. Muy difícil. Sin embargo el actor sí hubo una, solo una, película que DiCaprio le 'descubrió' al director, una de una género del que el protagonista de 'Gangs of New York' es fan desde pequeño: el anime.
La cinta en cuestión no es otra que 'El viaje de Chihiro' (2001) un 'clásico instantáneo' y séptimo largometraje de ese otro genio del cine llamado Hayao Miyazaki. La cinta, inspirada en la hija de diez años de un amigo suyo, narra la historia de Chihiro y de cómo, tras pasar al mundo de los espíritus busca liberar a sus padres, que han sido convertidos en cerdos, para volver al mundo de los vivos. La película, que ha sido comparada con historias como 'Alicia en el país de las maravillas' es una mezcla de surrealismo y búsqueda de un sentido espiritual. Se trata además de una cinta de 'aprendizaje' ya que el paso de un mundo a otro representará el paso de la infancia a la adultez.
'El viaje de Chihiro' fue durante veinte años la cinta más taquillera de la historia en Japón, y en EE UU tuvo también un enorme éxito de público y de crítica, que señaló que la cinta era "producto de una fiera e intrépida imaginación cuyas creaciones son diferentes de cualquier cosa que una persona haya visto antes".
Con semejante éxito ¿cómo es posible que Scorsese no tuviera la película en su radar cinéfilo? Bueno, a todos se nos acumulan libros en la mesilla, y por otro lado, tal vez el maestro no sea demasiado fan del anime o la considerara un entretenimiento para niños. Quién sabe. En todo caso, menos mal que estaba allí DiCaprio para sacarlo de su error.