Ben Affleck y Matt Damon se conocen desde que eran niños y juntos lucharon por hacerse un hueco en la industria cinematográfica y con el apoyo conjunto han logrado convertirse en dos de las grandes estrellas de Hollywood. Pero no todos los inicios son fáciles, tampoco el de ellos, pero a finales de los 90 lograron uno de sus mayores hitos: ganar el Oscar a mejor guion original en 1997 por su trabajo en ‘El indomable Will Hunting’. Por aquella película ingresaron un total de 600.000 dólares. Y como era de esperar, dos veinteañeros que se vieron de repente con una gran cantidad de dinero en su cuenta se volvieron un poco locos.
Sobre ello habló Ben Affleck esta semana en ‘The Barrymore Show’, recordando que tanto él como Damon, que compartían cuenta bancaria, pensaban que ese dinero no se acabaría, al menos no a corto plazo. Pero en solo seis meses los dos actores ya estaban otra vez arruinados.
“Pensaba que era rico de por vida, que nunca tendría que volver a trabajar. Antes de eso trabajábamos de vez en cuando en algún trabajo de extra, una frase en algún proyecto, el típico anuncio de Burger King… y luego cogíamos el dinero y lo metíamos en la cuenta conjunta”, contó el marido de Jennifer López sobre cómo iban costeando su vida en Los Ángeles.
Pero entonces llegó la película que les asentó como estrellas de la gran pantalla y con la que pensaron que ya había suficiente, que debían pasar de sobrevivir a vivir, aunque lo hicieron por encima de sus posibilidades, pues tras dividir el dinero, pagar los impuestos y los honoraros de su agente, cada uno de ellos se quedó solo con 110.000 euros.
“Fuimos a alquilar una cosa que costaba 3.000 euros al mes, nos compramos dos Jeep Cherookee de 55.000 dólares, así que nos quedaron 55.000 dólares. Y, claro, decidimos alquilar una casa para hacer fiestas de 5.000 dólares al mes en Glencoe Way, cerca de Hollywood Bowl. Vamos, que nos arruinamos en seis meses”, recordó Affleck sobre aquellos años.
No obstante, aquellos dos muchachos que subieron al escenario eufóricos tras ganar su Oscar supieron anteponerse (otra vez) a las dificultades y convertirse en grandes estrellas, aunque hayan tenido algún que otro patinazo en crítica o en la taquilla. El mismo Matt Damon ha hecho público su gran arrepentimiento por haber rechazado ‘Avatar’, saga que le podría haber reportado grandes beneficios.