Armarizados hasta los dientes: cinco películas que eran LGTBIQ+ (y no te habías dado cuenta)

  • Empiezan las celebraciones del Orgullo y no queremos dejar de recomendarte que le eches otra mirada a alguna de tus películas favoritas

  • Se trata de cintas que tal vez a primera vista no habrías clasificado como queers pero que que lo son, muy profundamente

  • Por supuesta, una lectura más completa de sus implicancias gays, lésbicas, trans o queer solo las mejora

Digámoslo de un plumazo: casi todo el género superheróico es absolutamente gay. ¿Batman y Robin? Han corrido ríos de tinta sobre el chisporroteante asunto. El Capitán América es directamente llamado 'el culo de América' por otro de los Vengadores. Y sobre la simbología del 'martillo' de Thor -que solo pueden levantar los 'dignos'-, ni siquiera sabríamos por dónde empezar. En realidad, casi cualquier 'buddy movie' o película protagonizada por dos o más machos, está intrínsecamente armarizada. En otras palabras, 'Tango y Cash' o 'Rápidos y furiosos' (ejem, ejem) son fábulas homoeróticas llenas de coches, balas y deseo reprimido. ¿'El club de la lucha'? Proyección psicótica y onanista de la masculinidad deseante y deseada. ¿'Le llaman Bodhi'? "Sé que me quieres tanto que es como si tuvieras ácido en la boca”, no más preguntas señoría. Y eso, para no hablar de que toda película que contenga un cruce de espadas entre varones, de 'Robin' Hood a 'Star Wars', puede ser leída como metáfora falocentrista.

Las joyas de la corona

"Ok. Todo es gay. ¿Qué pasa?". No, no todo es gay. También hay ejemplos de lesbianismo soterrado ('Rebecca', 'Un equipo muy especial', 'Frozen', 'Thelma y Louise'), simbología trans ('Luca', 'Nimona') o expresiones más o menos disimuladas del resto del espectro LGTBIQ+, pero, como ocurre en el Orgullo Institucional (o en el polémico cartel que ha elaborado el Ayuntamiento este año), lo gay suele acaparar los lugares de privilegio reivindicativo.

Hay cine estupendo de temática LGTBIQ+, pero ahora no vamos a hablar de eso, sino de aquellos clásicos que tardaron en ser leídos como lo que son. Clásicos, digamos, armarizados. A continuación, te presentamos algunas de esas películas que supuestamente no nacieron así, pero se hicieron. Risas enlatadas. Van:

Ben Hur

Aunque hoy no sea ninguna novedad, durante años se intentó soslayar el hecho prístino de que Messala se siente traicionado por su amigo Judá Ben Hur, no solo en términos políticos. Dos jóvenes, uno romano y otro judío, cuyas pasiones son como caballos desbocados y los llevan a intentar destruirse el uno al otro. Toxicidad de dimensiones bíblicas. El momentazo brindis entrecruzado después de preguntarse si "¿habrá algo tan triste como el amor no correspondido?" -para referirse, claro, al amor del Emperador por Judea-, no debería dejar lugar a dudas.

Matrix

'The Matrix' (1999) es la historia de una persona trans. Si a alguien le sorprende esta interpretación, basta recordar que una de sus creadoras, Lilly Wachowski, declaraba hace algunos años que "esa era la intención original, pero el mundo no estaba del todo listo. Me alegro que finalmente haya salido a la luz".  Para la directora, "todo en The Matrix tiene que ver con el deseo de transformación, pero todo venía desde un punto de vista encapsulado". Más allá de la idea de una persona atrapada en la artificialidad de una vida impuesta, de la idea de liberación y del dilema de 'escoger' asumir la verdad (de uno mismo) o seguir viviendo una mentira (las famosas pastillas azul o roja), hay, de hecho, un personaje llamado 'Switch' (o 'Cambiar') que en el guión original era un hombre en la realidad biológica pero una mujer en su realidad identitaria, cuando se proyecta a sí misma en la Matrix.

Mujercitas

"Amy, Jo, Beth y Meg son cuatro hermanas en plena adolescencia, que viven con su madre en una Norteamérica que sufre lejanamente su Guerra Civil. Con sus variadas vocaciones artísticas y anhelos juveniles, descubrirán el amor y la importancia de los lazos familiares". Ese es el resumen habitual de la novela clásica de Louisa May Alcott. Sin embargo, durante sus 150 años de existencia los lectores se han preguntado si en realidad Jo March, su protagonista, es queer. La última versión fílmica, dirigida por Greta Gerwig, directora de 'Barbie', ciertamente potencia esta teoría y las luchas de Jo por salirse de los roles de género de su época. La prueba definitiva es su negativa a casarse con su amigo entrañable, Laurie (cuando todos los lectores suspiraban ya por el enlace) y mantener su independencia. ¿La hace eso lesbiana? No necesariamente. Pero la propia autora del libro habló en una entrevista de (¡de 1883!) de ciertos rasgos en común con el personaje: “Estoy más que medio convencida de que soy el alma de un hombre puesta por algún capricho de la naturaleza en el cuerpo de una mujer… porque me he enamorado de tantas chicas guapas y nunca, ni lo más mínimo, de ningún hombre”.

Top Gun

"¿Crees que 'Top Gun' es la historia de unos pilotos de guerra? ¡No! Es la historia de un tío luchando con su propia homosexualidad". Esto no lo decimos nosotros, sino uno de los mejores exegetas del cine comercial de todos los tiempos: Quentin Tarantino. La escena del voley playa es ampliamente citada como una 'gay masterpiece' e incluso la relación sexual entre el personaje de Tom Cruise y el de Kelly McGillis es entendido por algunos como un intento de esta por 'recuperar' a Maverick para la heterosexualidad. Aunque solo lo logres después de seducirlo vestida como uno más de sus compañeros. Lo explica mejor el buen Quentin en una escena de la película 'Sleep with me' (1994):

El color púrpura

Publicado en 1982, el libro de Alice Walker, ya era un éxito de público y crítica cuando Steven Spielberg lo llevó al éxito global con su película de 1985. El libro y la película siempre han sido leídos como una historia de sororidad y coraje, de liberación feminista contra la brutalidad patriarcal. Y es todo eso. Pero también es la historia del descubrimiento del amor y el empoderamiento sobre el propio cuerpo por parte de Celie, su protagonista, y gracias a Shug, la mujer que la ayuda a liberarse.

Cerramos esta nota con las palabras de la propia autora, que por cierto, fue la primera mujer negra en ganar un premio Pulitzer, sobre el origen del personaje de Celie: “Se puede decir con seguridad que, después de una vida terrible sirviendo y obedeciendo a hombres abusivos que la violaban en lugar de “hacer el amor”, mi abuela, al igual que Celie, no se sentía atraída por los hombres. De hecho, se sentía muy atraída por la amante de mi abuelo, una mujer hermosa que era amable con ella, la única persona adulta que parecía darse cuenta de lo extraordinaria y creativa que era. Al darle a Celie el amor de esta mujer, en todas las formas en que el amor puede expresarse, tenía clara mi intención de demostrar que ella también, como todos nosotros, merecía ser vista, apreciada y amada profundamente por alguien que la viera como una persona completa y digna”. Feliz Orgullo, flores.