A sus casi 80 años, que cumplirá el 25 de septiembre, Michael Douglas ya es un vecino más de Mallorca. Al actor lo vimos hace unos días celebrar con anticipación sus ocho décadas con los vecinos de su pueblo en la fiesta de la ‘gent gran’ y envuelto entre bailes regionales y la gastronomía local. Ahora ha vuelto a salir de su refugio en Valldemossa para acudir en Palma al Atlántida Film Festival, donde ha recibido el premio honorífico de manos de la reina Letizia.
El intérprete de ‘Instinto básico’ ha tenido un rato para charlar con la prensa y hablar, sobre todo, de su conexión con la isla. Aquí es donde disfruta de su ‘semirretiro’ de la gran pantalla. “Quiero deshacerme del equipaje extra acumulado a lo largo de los años y disfrutar aquí de mi tiempo libre. Voy a estar en Mallorca seis o siete meses. No es una jubilación formal, pero estoy semirretirado”, contó. Tal es su arraigo con el archipiélago balear que en 2003 fue nombrado embajador cultural de Mallorca.
Así, Douglas sigue abierto a nuevos proyectos tanto en la gran pantalla como para televisión, pero no cualquier cosa, quiere algo especial que le dé ganas de trabajar. Por ello tiene avisados a sus agentes de que solo lo llamen si el material es bueno.
Fue en 2023 cuando decidió tomarse un descanso que ya se ha extendido hasta más de la mitad de 2024, donde pasado gran parte de su tiempo en Mallorca, en su gran mansión que compró allá por los 90, cuando aún estaba casado con Diandra Luker. Fue entre 2014 y 2019 cuando intentó vender S’Estaca, su finca, sin éxito.
Entonces llegó la pandemia y tomó la decisión de retirarla del mercado, ya que encontró en ella el lugar perfecto como punto de reunión familiar con Catherine Zeta-Jones y sus hijos, tanto que pasa gran parte del año en ella. La casa se encuentra en un gran terreno frente a la costa que Luis Salvador de Habsburgo compró allá por el siglo XIX para construir su gran refugio en el mediterráneo.
Y por cosas de la vida, la gran villa del archiduque austriaco acabó en manos de una de las grandes estrellas de Hollywood. En total el terreno cuenta con siete edificaciones, la villa principal y otras más pequeñas, rodeadas de sus propios olivos y vides, porque sí, tiene su propia bodega.
En total tiene capacidad para que 20 personas se alojen con todas las comodidades posibles en una vivienda de estilo neomudéjar con suelos de barro y alguna que otra bañera de mármol macizo que se sitúa frente a un gran ventanal con unas vistas impresionantes.
Dado a que pasa tanto tiempo en la isla, durante su charla con la prensa se le preguntó por la masificación turística que sufren determinadas zonas de España, entre ellas Mallorca, y como consecuencia, el efecto que esto tiene sobre la vivienda. Lejos de esquivar las preguntas, Michael Douglas sostenía que “el problema es la proliferación de apartamentos en Airbnb en combinación con los coches de alquiler, y eso lleva a tener problemas como la escasez de agua. En Tramontana estamos un poco menos acostumbrados a eso”.