Acaba de estrenar su primer teaser y en solo unas semanas ‘La habitación de al lado’ podrá verse en el Festival de Venecia antes de su estreno el 18 de octubre de 2024. La primera cinta en inglés de Pedro Almodóvar suscita una gran curiosidad no solo por ser su primer largometraje en este idioma tras probarse con el corto ‘Extraña forma de vida’, sino porque el dúo protagonista son dos actrices de altura, Tilda Swinton y Julianne Moore.
Las actrices se mudaron a Madrid a principios de año para grabar los interiores de la cinta hasta que en primavera volaron a Nueva York, donde se puso fin al rodaje con los exteriores grabados en la ciudad de los rascacielos.
Swinton ya había trabajado con Almodóvar en ‘La voz humana’ y le había dejado claro a la actriz que quería repetir con ella. En el caso de Moore fue diferente, el manchego le envió un mail y una mañana la intérprete se lo encontró. “Me volví completamente loca”, cuenta a Vogue la otra parte del dúo protagonista de un reparto que completan John Turtutto, Victoria Luengo, Juan Diego Botto, Alessandro Nivola, Raúl Arévalo, Melina Matthews y Esther McGregor.
Los cinco meses que pasaron en Madrid parece que fueron del agrado de ambas actrices. Tilda Swinton ya conocía bien la ciudad y admite que la adora. “Hay algo ciertamente oscuro en ella que me recuerda al Londres de los 80 en el que yo viví. No es un alegre jardín, es una gran ciudad con las incomodidades que eso implica, pero tiene una forma de vivir tremendamente benigna y nutritiva”, cuenta.
Para Moore estos meses le permitieron descubrir una ciudad por la que ya había pasado en carias ocasiones, pero que no le habían permitido disfrutarla porque siempre había estado por trabajo. Sin embargo, su reflexión sobre Madrid es más básica, y lejos de las ideas más profundas de su compañera de reparto, ella se queda con algo más cotidiano.
“Viví en el barrio de Salamanca e iba cada día a El Corte Inglés. Todos los días. Me encanta. Cada noche, al volver a casa, me decía a mí misma: ‘Julie, no necesitas ir otra vez’. Al final siempre acababa haciendo el camino con mi bolso”, dice la intérprete entre risas.
Lo cierto es que sus continuas visitas al popular centro comercial fueron de gran ayuda para Julianne Moore, que más allá de comprar, “intentaba hablar español con todos. Vino mi marido a visitarme y le dije que tenía que conocer el mejor supermercado del mundo”.
Pero no todo iban a ser continuas visitas a El Corte Inglés de Goya. La actriz también aprovechó para hacer algunas visitas culturales y disfrutar del arte de Madrid, del que se queda con el Museo del Prado, en el que nunca había estado. “Me dejó sin palabras”, explica.