Cate Blanchett, Premio Donostia: ¿Qué son sus "islas de certeza" a los 55 años?

Fiel a sus estilo, Cate Blanchett empezó a hablar en su noche grande de San Sebastián pronunciando la palabra 'fucking': "Jodido George" dijo refiriéndose al mensaje que acababa de hacerle llegar George Clooney desde Venecia, donde se encontraba, según propia confesión, 'bebiendo y sin pantalones'. Pero lo que siguió dista mucho del chascarrillo más o menos decadente marca de las estrellas más mediáticas. Porque Blanchett hizo un alegato bastante profundo a favor de la duda y la curiosidad en un mundo 'enormemente incierto'.

Una defensa de la duda

Hace poco la poeta, ensayista y traductora Anne Carson señalaba en una entrevista que se suele citar la célebre frase de René Descartes, de manera incorrecta. Se dice "cogito ergo sum", es decir "pienso, luego existo". “Pero si nos fijamos en la frase - aseguraba Carson a Linn Ullmann- en realidad dice "dubito ergo cogito, ergo sum". "Dudo, luego pienso, luego existo". […] Y es curioso, puedes ver el "cogito ergo sum" en camisetas de todo el mundo, pero el 'dubito', la duda, parece que tiene mala prensa”.

La extraordinaria autora de 'La belleza del marido' se refería probablemente a la duda como detonante de la curiosidad, que es finalmente uno de los grandes impulsos del artista. En esa misma línea, Cate Blanchett ha afirmado en Donosti que "vivir una vida creativa y llena de dudas es el ADN de cualquier proyecto". En ese sentido, ha afirmado que la duda es también un antídoto contra la arrogancia -"Debemos que ser humildes y decir 'no sé, no sé, pero estoy aquí para aprender'"-, además de reafirmarse en su negativa a la 'posicionarse' de manera explícita sobre determinados asuntos. Y si ya antes había señalado que "los problemas del mundo no se van a resolver en una alfombra roja", esta vez aseguraba estar preocupada "porque muchas veces intentamos encontrar respuestas muy rápido".

Islas de certeza

Siguiendo con su muy bien hilvanada reflexión, Blanchett citaba a su admirada Clarice Lispector, la escritora brasileña, cuando afirmaba que: "Hay ciertas ventajas en 'no saber'. Como un territorio virgen, la mente está libre de prejuicios. Así, todo lo que no sé constituye una parte importante de mí: esa es mi legado. Por que a partir de ese 'no saber', lo entiendo todo". La actriz cerraba así su discurso no sin afirmar que en la vida " solo tenemos pequeñas islas de certeza" como, en su caso, puede serlo este reconocimiento a su trayectoria.

Y es solo entre isla e isla que viajamos realmente.