Hacerte cargo de tu ex que ya no puede valerse por sí mismo: el debate que abre 'Los destellos' en San Sebastián

Durante la preparación de 'Los destellos', la cinta de la que todo el mundo habla en San Sebastián, la directora Pilar Palomero descubrió una realidad poco visibilizada en nuestro país: "Hablé con un médico de paliativos que me dijo que en sus más de 50 años de profesión, siempre que ha habido parejas separadas cuidando uno del otro... y en el 90 por ciento de los casos las que cuidaban eran mujeres". La película, que viene cosechando las mejores críticas tanto por su 'contención' como por la empatía que provoca hacia sus protagonistas, es un reflejo de esta particular situación a la que las vida puede empujarnos. ¿Cómo actuar cuando la persona de la que decidiste separarte se encuentra en una situación de necesidad extrema?

Por 'cuidados' solemos entendemos "el conjunto de tareas que producen bienes y servicios que sirven para regenerar cotidiana y generacionalmente el bienestar físico y emocional de las personas, y que se producen normalmente en circuitos de intimidad y en el marco de los hogares". ¿Pero qué ocurre cuando ya no existe esa misma intimidad y ni siquiera una convivencia? En el caso de la historia que cuenta Pilar Palomero en 'Los destellos', es la hija de la ex pareja la que pide a su madre que acompañe a su padre ya que ella no puede hacerse cargo sin dejar su carrera en un momento importante.

Situaciones tan concretas, cotidianas y reales, sin duda ocurren todo el tiempo. Y aunque desde la psicología muchas veces nos recomiendan mantener una distancia de quien nos separamos -se suele señalar la culpa o el apego como factores que no nos permiten desenganchar de las relaciones pasadas-, el mensaje que parece transmitir 'Los destellos' es, además del de una profunda 'humanidad', el de la posibilidad de reencontrarse con las personas desde perspectivas completamente distintas, sin que esta nueva conquista del amor -en el sentido más amplio- signifique un retorno a relaciones o dinámicas pasadas.

Basada en la novela corta de Eider Rodríguez, 'Un corazón demasiado grande', la película de Palomero comparte con 'La habitación de al lado' de Almodóvar, el tema del acompañamiento de los seres queridos en el final de sus días. Un asunto de especial relevancia por el debate constante en nuestro país sobre el derecho a la muerte con dignidad.

Las relaciones con nuestras ex parejas suelen estar atravesadas por las heridas propias de la separación, pero no tienen que generar necesariamente sentimientos negativos (el rencor o incluso el deseo de venganza, pueden ser los más habituales). Como señala Eva Bach, coautora junto a Cecilia Martí de 'El divorcio que nos une', es posible "con paciencia y buena disposición, transformar en afecto el sufrimiento". Un aspecto central de este proceso, señala Bach, lo constituye el simple hecho de "desear que se produzca dicha transformación". Esto es, que, "aunque sea una ínfima parte de ti quiera llegar a la paz con tu expareja". Por básico que parezca, es un comienzo.

"Me encantaría que se entendiera como que es una película en la que todos cuidan de todos y ojalá se pudiera hacer la película de la otra manera, resultando creíble" ha dicho la directora en conferencia de prensa, refiriéndose a los cuidados de ellos hacia ellas. Unos cuidados que otras películas han ejemplificado también de manera conmovedora, como la recordada 'El hijo de la novia', de Juan José Campanela, en la que el personaje de Héctor Alterio cuida al de Norma Leandro, que padece alzhéimer. No es, lamentablemente, lo más habitual.