Poco se dice, pero Aitana Sánchez-Gijón fue la primera mujer en presidir la Academia del Cine Español. Fue en 1998 y ese mismo año la actriz estrenaba tres películas. En una de ellas, 'Love walked in' -una película de Juan José Campanella cuyo papel protagónico estuvo pensado para Madonna- compartía protagonismo con Denis Leary y el gran Terence Stamp. Fue una de sus varias incursiones en Hollywood, después 'Un paseo por la nubes' (1993), antes de 'El maquinista' (2004). Dice mucho de la trayectoria de una actriz cuya carrera, sin embargo, es indesligable del cine español, que hoy la reconoce con su más alto galardón.
Así lo señalaba Fernando Méndez-Leite, presidente actual de la Academia, que ha dicho durante el anuncio que se trata de una actriz “completa, seria, responsable, entregada, cercana, y que otorga a todos sus trabajos verdad sinceridad y profundidad”. Como curiosidad, se ha señalado también que Sánchez-Gijón es uno de esos casos -ocurrió también con Antonio Banderas- en los que el reconocimiento de Honor ha llegado antes que un Goya interpretativo, galardón para el que ha estado nominada solo en una ocasión, con 'Madres paralelas', de Pedro Almodóvar.
Entre sus muchos otros papeles destacados se encuentran los que interpretó en películas como 'La camarera del Titanic', 'La puta y la ballena', 'Volaverunt' -por la que ganó la Concha de Plata en San Sebastián, en 1999- o 'Boca a boca'.
Sánchez-Gijón, que actualmente se encuentra en plena temporada teatral con la obra 'La madre', ha asegurado que tuvo dudas al aceptar el premio que llega cuando tiene apenas 55 años, lo que la convierte en la persona más joven a la que se le ha concedido. “Se lo discutí porque considero que es un premio para una trayectoria más larga, para un momento posterior en la vida, pero Méndez-Leite me preguntó, ¿me lo vas a rechazar? Me quedé callada y le dije que no lo iba a rechazar, porque además pensé que si decía que no lo mismo el día que tenga más méritos a partir de los 70 lo mismo ya no me lo quieren dar, así que va a ser ahora”, señalaba a la prensa.
A pesar de todo, asegura sentirse “en shock, emocionada y muy revuelta”.
En en el plano personal, la actriz se ha mostrado siempre sincera, aunque recelosa de su vida privada, sobre sus altas y sus bajas, mostrando en todos lo casos una templanza admirable. Solo el año pasado contaba en una entrevista a El País que se había separado del artista plástico argentino Guillermo Lucaddane, quien fuera su compañero durante dos décadas: “Hace tres años me separé, mi hijo mayor se emancipó hace dos años, con 20. Vivo mano a mano con mi hija de 19, casi como dos compañeras de piso. Es una etapa muy distinta”. Sus hijos con Luca y Bruna Lucadamo y ambos se dedican a la música urbana.
Sobre el hecho de ser madre y ver emanciparse a sus hijos, señalaba en una entrevista posterior: "Estoy en pleno proceso y, evidentemente, hay que pasar el duelo porque es un cambio de fase que hay que transitar. Y duele en un punto, pero yo siempre he educado a mis hijos para que sean libres, para que vuelen y desarrollen sus propios recursos", aseguraba a El Mundo.
Aitana, que recibirá el Goya de Honor con 56 años ya cumplidos, un reconocimiento más que merecido para alguien que considera su profesión, como señalaba este mismo jueves, "un sacerdocio".