"Tanto tiempo juntos... El cine es tan de todos que no eres capaz de verte desde fuera". Ángela Molina explicaba así, sin miedo a liberar su emoción, lo que sintió al tiempo que veía imágenes que resumían sus 50 años de carrera cinematográfica.
La actriz de películas como 'La mitad del cielo' o 'Las cosas del querer' y Goya honorífico mostró en el programa de televisión 'Versión española' lo que han supuesto en su vida sus dos grandes pasiones: su familia y el cine, dos aspectos que, en su caso, van de la mano. "Quizás, tal vez, la vida se parezca al cine, no se disfruta sin los demás", manifestó en el discurso con el que recogió ese Goya honorífico.
Multipremiada, polifacética y musa de directores como Luis Buñuel, Pedro Almodóvar o Jaime Chávarri, antes citado, Ángela Molina es, por mérito propio, una de las grandes actrices de nuestro cine. Comenzó con 19 años con el filme 'No matarás' (1974), su talento pronto le llevó a trabajar con algunos de los nombres más importantes de la gran pantalla.
Hija y madre de artistas, su palmarés de premios es igualmente importante. Fuera de España, obtuvo el Gran Premio de la Crítica de Nueva York y el David de Donatello que otorga la Academia de Cine de Italia por la película 'Camorra: Contacto en Nápoles'. En cuanto a los Goya, estuvo nominada con las ya mencionadas 'La mitad del cielo' (1986) y 'Las cosas del querer' (1989), además de 'Luces y sombras' (1988), 'Carne trémula' (1997) y, más recientemente, 'Blancanieves' (2012).
Más allá de sus éxitos en el cine y el teatro -es habitual en el Festival de Mérida-, Ángela Molina se ha convertido en un referente de estilo y de lo que supone cumplir años sin renunciar a la propia esencia. Las marcas no permanecen ajenas a la autenticidad de la actriz. Por ello, a sus 67 años, se conviritió en embajadora de Zara mostrando en unas espectaculares fotos en blanco y negro, con una postura tranquila y su inconfundible melena canosa, que la edad no tiene límites, ni siquiera para seguir siendo un icono de belleza.
En cuanto a su vida personal, la actriz vive entre Ibiza, localidad muy querida por todo el clan Molina, Madrid, y Málaga. En las tres localidades reside junto a su segundo marido, el empresario Leo Blankstad. El primer amor de la actriz fue el fotógrafo francés Hervé Tirmarche, con el que tuvo tres hijos, Olivia, Samuel y Mateo. En 1990 pusieron punto y final a esta relación de casi 13 años. Años más tarde empezó una relación con Blankstad, a quien Antonio Molina, padre de la actriz, conocía desde niño. Ángela Molina llevan casados casi 30 años y son padres de dos hijos: Antonio y María Isabel. De los cinco vástagos de la actriz, solo Olivia sigue los pasos de su madre.