Han pasado cincuenta años desde el estreno de una de las películas más célebres del cine. 'El Padrino está de cumpleaños y su actor protagonista ha querido echar una mirada al pasado para recordar algunos de los momentos más relevantes en torno a esta pieza audiovisual.
Al Pacino y Michael Corleone son dos piezas que difícilmente encajarían si hablásemos de cualquier otra estrella de Hollywood. Dos figuras que están conectadas desde que la historia de la familia de mafiosos italiana llegase a las pantallas. Un papel que supuso un antes y un después en la vida del actor, y que ahora resurge en su aniversario.
Según ha relatado el actor en una entrevista para The New York Times, interpretar a Michael Corleone fue el impulso que necesitaba su carrera interpretativa. "Estoy aquí porque hice 'El padrino'", afirma Al Pacino al medio. "Para un actor, eso es como ganar la lotería. A la hora de la verdad, no tuve nada que ver con la película más que interpretar el papel".
A sus 81 años, Al Pacino se confiesa fan del film de 1972 y no se siente para nada molesto con que sea la más destacada de toda su filmografía. Francis Ford Coppola tuvo que pelear duro con Paramount Pictures para conseguir que el actor fuese el elegido. "Bueno, ¡rechazaron a todo su elenco! Rechazaron a Brando. Rechazaron a Jimmy Caan y Bob Duvall. Hubo conflicto", relata el actor.
"Cuando leí el libro 'El padrino', no dejaba de imaginarlo", confesaba Coppola en otra entrevista. "Y no tenía una segunda opción. Para mí, siempre fue Al Pacino. Esa es la razón por la que fui tan tenaz en conseguir que interpretara a Michael. Ese era mi problema".
"'El padrino' me dio una nueva identidad que fue difícil de sobrellevar", confiesa el actor a The New York Times. Una exposición pública que se intensificó con los estrenos de 'El padrino II' y 'El padrino III' y su consolidación como el mafioso del cine americano.
Al Pacino también explica la razón por la que no acudió a la gala en su primera nominación al Oscar por la primera entrega de 'El padrino'. "Estaba en esa etapa de mi vida en la que era, más o menos, rebelde. Sí que fui a otros. Pero no fui al principio. Era la tradición. Creo que Bob (De Niro) no fue a ninguna. George C. Scott ni siquiera fue. Tuvieron que despertarlo. Marlon no fue. Mira, Marlon devolvió el Oscar. ¿Qué te parece? Se estaban rebelando de esa cosa de Hollywood. Ese tipo de cosas estaban en el ambiente", cuenta.
"Me sentía algo incómodo por estar en esa situación, por estar en ese mundo. (...) Era joven en cuanto a la novedad de todo esto. Era el viejo síndrome de que, de pronto, lo tenía todo. Y está relacionado con las drogas y ese tipo de cosas, en las que yo estaba metido entonces, y creo que eso tuvo mucho que ver. Simplemente no era consciente de las cosas en ese momento", confiesa al medio internacional.
El protagonista también ha desvelado algunos secretos del rodaje, como un día en el que vio llorar al director tras rodar una de las escenas más icónicas del film.
"¿Recuerdas la escena del funeral de Marlon? Se acababa por aquel día, el sol se ponía. Así que, naturalmente, estoy feliz porque puedo ir a casa y tomar unas copas. (...) Así que vuelvo a mi remolque. Y allí, sentado en una lápida, está Francis Ford Coppola, llorando como un bebé. Llorando profusamente", relata.
"Me acerqué a él y le dije, Francis, ¿qué pasa? ¿Qué ha pasado? Me dijo: 'No me darán otra oportunidad'. Es decir, no le permitirían filmar otro ángulo. Y pensé: OK. Creo que estoy en una buena película. Porque él tenía este tipo de pasión y ahí está", cuenta el actor estadounidense, que continúa añadiendo películas a una larga trayectoria delante y detrás de las cámaras.