Keanu Reeves habla poco. Quizás por eso cuando cuando habla -breve y conciso pero siempre honesto- es imposible no prestar atención. El actor, que ahora cumple 57 años, es una de las figuras hollywoodienses más enigmáticas y atípicas. Reconvertido a meme triste por su fandom internetero tras aquella famoso foto sentado cabizbajo en un parque comiendo un sándwich, ha conseguido lo imposible: en vez de consagrarse como superestrella, lo ha hecho como un tipo de lo más normal. Así de simple. Las tragedias de su juventud lo han humanizado a ojos del espectador, su generosidad y su desapego por lo material -con la excepción de su colección de motos- son vóx populi y sus respuestas reflexivas sobre la muerte en entrevistas han otorgado al actor de 'Matrix' la admiración colectiva. Repasamos sus hitos.
"¿Qué crees que pasa cuando nos morimos, Keanu Reeves?", le preguntó hace unos años Stephen Colbert en su late night show para cerrar la entrevista. "Sé que los que nos quieren, nos echan de menos", respondió el actor cuyo mito comenzó a finales de los 80. Habló desde la experiencia. La suya ha sido una vida de pérdidas, desarraigo y soledad. Nacido en Beirut, él y sus tres hermanas tuvieron una infancia nómada marcada por la ausencia de su padre, a quien vio por última vez a los 13 tras ingresar este en la cárcel por tráfico de drogas y cambiaron varias veces de ciudad según donde su madre encontrara trabajo o pareja.
Cuando al decidir iniciar su carrera como actor se mudó a Los Ángeles, comenzaría una vida de éxitos en lo profesional ('Speed', 'Matrix' o 'John Wick') y ausencias en lo personal. Primero fue el fallecimiento por sobredosis de su amigo y compañero en pantalla River Phoenix, en 1993, al que había conocido en 1989 rodando 'Te amaré hasta que te mate'. Había sido su primer (y prácticamente único) amigo en la industria, según contaría el actor. Un golpe al que se lo sucedieron tres más.
En 1998 conoció a Jennifer Syme durante un rodaje. Ella trabajaba como asistente de David Lynch y, tras unos meses juntos, ella se quedó embarazada. A los ochos meses de embarazo, nació de forma prematura Ava Archer Syme Reeves, pero a las pocas horas murió. La tragedia distanció a la pareja: Syme caería en una profunda depresión y se separaron, pero a pesar de ello ambos siguieron siendo amigos. El siguiente palo llegó cuando, tras acudir a un concierto de Marilyn Manson apenas un año y medio después de la muerte de su hija, Jennifer tuvo un accidente de coche y murió en el acto. En su entierro, Keanu llevó el ataud y madre e hija fueron enterradas juntas. Empieza entonces una etapa de silencio y desconocimiento absoluto sobre lo que estaba ocurriendo en su vida privada.
El último revés de esos años le llegó cuando su hermana, Kim Reeves ,le comunicó que padecía de nuevo leucemia -la había padecido y superado cuando era niña-. Entonces su reacción fue determinante: frenó sus trabajos y la acompañó en su recuperación de la enfermedad. "Ella es lo más importante para mí. Cuando te enfrentas a una situación como esta con un ser querido, todo se pone en perspectiva", dijo. Y desde entonces dona regularmente y de manera anónima a diferentes hospitales y organizaciones que investigan contra el cáncer.
Su poco apego por el dinero y la vida de lujo que podría llevar lo han consagrado como uno de los chicos más corrientes de Hollywood. "Mi idea de la felicidad está relacionada con recostarme en la cama con la persona que amo, compartir una cena con amigos o montar en moto. No tiene nada que ver con un saldo bancario de varios dígitos". Reeves vive desde hace más de un década en la misma casa de Los Ángeles, viste botas de montaña y su único capricho son las motos.
Pero tampoco tiene problema en desprenderse de ellas si es necesario. Una de las anécdotas que se cuentan del actor es la del rodaje de 'Matrix'. De los 75 millones de dólares que le pagaron por su actuación, donó 40 de ellos al equipo, asegurando que los efectos especiales o el trabajo de vestuario debían estar mejor valorados y eran más importantes en el éxito de la saga que su actuación. Algunas de sus Harley-Davidson fueron a parar a manos de sus dobles de riesgo en señal de agradecimiento. Otro de sus momentos míticos con los que internet se regodea en su normalidad es el vídeo en el que se ve cómo cede su asiento a una mujer cargada con bolsas en el metro de Nueva York.
Para cerrar el círculo de encandilamiento internetero, en 2019 Reeves rompía el mutis amoroso con una reaparición en pareja que también se desmarca el estereotipo del actor maduro hollywoodiense. Lejos de hacer un DiCaprio -es conocida la trayectoria de relaciones cortas con modelos veinteañeras del actor-, el protagonista de 'John Wick' posaba en la gala LACMA Art + Film junto a la artista Alexandra Grant. Su melena plateada a los 47 años y la barba poblada de canas de él refrescaron el imaginario de las alfombras rojas abriendo paso a una nueva madurez aspiracional.