María Pujalte (54) es una de esas actrices que parece que conocemos de toda la vida al llevar más de 30 años actuando sobre los escenarios, en la gran pantalla o siendo la protagonista, o secundaria 'robaescenas', de una serie. Su constante carrera ha hecho que haya tocado cualquier género audiovisual que se nos pase por la cabeza, por eso es capaz de manejar el drama y la comedia a la perfección con la naturalidad que la caracteriza. Ahora la actriz se encuentra en plena promoción de la segunda temporada de Merlí: Sapere Aude (Movistar +), serie que coprotagoniza junto a Carlos Cuevas, y que le está sirviendo para reflexionar sobre su trayectoria y lo que significa ser una actriz con más de 50 años.
En una entrevista a El País habla precisamente de eso, sus últimas dos series han sido la de Movistar +, rodada en plena pandemia, y Vota Juan (TNT España), en ambas interpretando a una mujer de mediana edad, la primera es madre, profesora y alcohólica, la segunda una asesora política promiscua. Dos personajes que destaca porque como ella dice "son perfectos. Son mujeres de mi edad, por eso las hago yo. Tienen un recorrido de vida que tú reconoces, aunque la tuya sea completamente distinta, pero reconoces el momento vital de esa mujer".
Para Pujalte los 50 "son un cambio salvaje para una mujer", y habla del cambio de forma generalizada, porque para ella siempre estamos en cambio, en este caso lo que ella denomina "una metamorfosis muy bestia". "Tiene que ver con el momento vital, el cambio físico, la pérdida, el despedirte de cosas y personas, que la muerte está más cerca, todo mezclado", relata la actriz, que considera que ya hay cosas que no puede hacer y que "quieres cosas útiles y amables, no más piedras en tu camino". Lo que tiene claro por el momento es que no se le pasa por la cabeza hacerse un lifting o cualquier otro retoque.
Aunque se ha dado cuenta de que es a los 50 cuando "la vida se pone en serio, hay que dejarse de hostias". Eso sí, es junto ahora, a sus 54 años, cuando reconoce sentirse más libre porque ni juzga a los demás ni se juzga a ella misma, "no me importa equivocarme". No le importa porque como contaba a La Voz de Galicia sobre su personaje como profesora de Ética, que una catedrática como ella, tan inteligente, pueda perder las riendas de su vida "te hace pensar en lo difícil que es vivir".
Gracias a Merlí: Sapere Aude, tras conocer y profundizar los personajes de sus alumnos se ha dado cuenta que al echar la vista atrás también ha habido cosas difíciles de vivir en la juventud, por eso ve absurda la expresión '¡quién pillara la juventud!', pues como ella dice "ningún camino que transites por primera vez es fácil, da igual la edad que tengas".
Y ojo, que pese a su larga trayectoria nunca se ha visto, ni se ve ahora, en la cumbre de su carrera, porque para ella actuar es su trabajo, "es tan peligroso creértelo como no creértelo" , afirma, pues interpretar es lo que más seguridad y confianza le da, mucha más que hablar en una entrevista o en público, por eso se recoge y "desaparece" en los tiempos que pasan entre rodajes o trabajos. "Estar expuesta me da mucho yuyu. Creo mucho en la opinión publica, pero en mi casa tomando café. No soy brillante, no tengo tanta información de todo, ni sé opinar de nada", ha relatado.