Después de seis años de relación, Freddie Mercury le confesaba a Mary Austin en 1976: "Creo que soy bisexual". A lo que, tal como refleja la película 'Bohemian Rhapsody', ella le contestaría: "Creo que eres gay". Después se abrazarían y segurían el uno al lado del otro hasta la muerte del líder Queen en 1991. Es una de las pocas escenas de intimidad entre la pareja de amigos que "el amor de la vida" del cantante detalló antes de retirarse en su mansión de Graden Lodge (Londres), heredada de Mercury, y decidir guardar silencio hasta hoy. Un silencio que mantuvo incluso cuando se empezó a rodar la película 'Bohemian Rhapsody' en la que Lucy Boyton y Rami Malek les interpretan y tras la cual su fortuna increentaría en 46 millones de euros.
A sus 70 años, Mary Austin vive completamente apartada del foco público. A pesar de que se desconocen los pormenores de la relación tal y como ocurrieron -en la ficción la relación de ambos es casi idílica- la unión entre ella y Mercury fue incuestionablemente sólida. Durante años vivirían el uno prácticamente al lado del otro -dicen que incluso desde la casa de Mercury se podía ver el apartamento de Mary- y tras acompañarlo en su lecho de muerte dejando incluso a un lado a su propia familia, Mary Austin se convirtió en la heredera de la mitad de su fortuna y de su mansión, valorada entonces en casi 23 millones de euros y con una importante colección de arte en su interior.
El otro 25% sería para los padres de Fredie y el 25% restante para su hermana. Su último amor, Jim Hutton, con quien estuvo desde el 85 hasta su muerte, heredó 560.000 euros, la misma cantidad que el artista dejaría para su asistente y su cocinero.
La relación de ambos empezó en Biba, la tienda de discos de vanguardia del Londres de los 70 cuyas dependientas ganaron fama al margen de los discos. Seis años de convivencia y confidencias que, presumiblemente, Austin guarda hasta hoy. Un años antes de separarse como pareja, Mercury le escribiría una gran canción de amor: 'Love Of My Life' (1975). Una consideración que el artista tanzano mantendría hasta el final. Siempre la llamó "esposa" y en una entrevista llegó a decir: "Para mí fue un matrimonio. Creemos el uno en el otro. Todos mis amantes me han preguntado por qué no podrían reemplazar a Mary. Es porque sencillamente es imposible". El 'compromiso' lo formalizaron incluso con un anillo con una piedra de jade que este le regalaría.
Mary, sin embargo, rehizo su vida amorosa y familiar tras la ruptura con el líder de Queen. Fue madre de dos con el empresario Piers Cameron. Al primero, Richard, Freddie llegó a conocerlo y se convirtió en su padrino. Al segundo, Jamie, no llegaría a conocerlo. Con el tiempo y ya como millonaria heredera, se separó de Cameron.
Tras la muerte de los padres de Mercury, la herencia pasaría en un 75% a Austin, a la que hay que sumar también las ganancias por los derechos de autor de las canciones. Su fortuna es difícilmente calculable, pero el mayor secreto que guarda es el más buscado: ¿dónde están enterrradas las cenizas Freddie Mercury? ¿Están sus cenizas esparcidas por el jardín japonés de Garden Lodge? ¿Las volcó Mary en el lago suizo que a Freddie le gusta frecuentar para relajarse? o, ¿acaso siguen puestas sobre su famoso piano?