Freddie Mercury fue mito incluso antes de fallecer. El líder de Queen, nacido en Zanzíbar, fue una superestrella con todo lo que ello conlleva. Es por eso que casi tres décadas después de su muerte, la fascinación por su historia siga viva. Una mecha que, además, reavivó el estreno de la película 'Bohemian Rhapsody' en 2018, convirtiéndose en la más taquillera del año. Por eso, cuando en 2019 se recuperaron algunas de las últimas fotografías antes de morir, a sus fans y a internet le dio un vuelco el corazón
Las imágenes, en las que Freddie Mercury aparece sin su bigote icónico, algo deteriorado y vistiendo una camisa hawaina holgada y junto a uno de sus seis gatos adoptados (Óscar), abrían la puerta -o más bien, la mirilla- a esos últimos momentos de Mercury en la intimidad. Las había tomado quien fuera su última pareja, Jim Hutton, en el jardín de su mansión de Garden Lodge.
"Ese verano Freddie posó para una cámara por última vez, la mía. Sucedió así. Estaba en el jardín fotografiando algunas de las flores en plena floración y Freddie caminó hacia mí", recogía el testimonio la cuenta del club de fas de Mercury en Instagram (@freddymercuryclub). "Quería que retrocediera para que no fuera un primer plano. Luego posó mientras yo tomaba cuatro fotos y sacó una sonrisa para cada una. Estaba tan pálido que sabía que no se le veía lo mejor posible, pero no me importó; de todas las fotos que tengo de Freddie, esas son las que más me gustan".
Las fotografías fueron tomadas el 28 de agosto de 1991, tres meses antes de que una bronconeumonía, agravada por el SIDA acabara con su vida a los 45 años.
Es precisamente en esa mansión, hasta la que los fans de la banda y del artista han peregrinado desde su muerte el 24 de noviembre de 1991 para colmarla de recuerdos, flores y dedicatorias, donde ahora reside Mary Austin. Quien fuera su novia, mejor amiga y, en palabras del propio Freddie, "su esposa", fue también la heredera del templo donde el músico pasó sus últimos días.