Quien no haya soñado con colarse en las fiestas que se dan antes y después de los Premios Oscars es porque no ha leído todavía la crónica en forma de diario que Pedro Almodóvar ha escrito para el Diario.es.
El texto es un jugoso testimonio llamado Guerra de nervios: 'my week in LA', en el que el director narra su experiencia durante la ceremonia de los Oscars. ¿Qué ocurre detrás de las cámaras, entre champange y celebrities? Aunque es solo un trocito de su experiencia y viaje a Los Ángeles, las anécdotas que contiene lo han convertido en uno de esos textos que son carne de cañón para toda hemeroteca.
Almodóvar, que acompañaba a dos nominados, y amigos, Penélope Cruz y a Alberto Iglesias, ha relatado una divertida anécdota que ocurrió dentro del green room y en la que se atrevió a hacerle un chiste nada más y nada menos que a Al Pacino.
"Saludo a Robert De Niro, por el que no pasa el tiempo. Ambos recordamos que, en 1992, en el Festival de Cannes nos pusieron la banda de la Legión de Honor, máxima distinción francesa. Javier ha visto más allá a Al Pacino y exclama: “He visto a Dios”. Cuando me acerco al grupo aquello es una masa de talento, Javier no deja de abrazarle y Pacino sonríe deleitado. Le digo: “Tú Al Pacino, yo Al Modovar”. Y Javier se parte de risa. Creo que es el peor chiste que he hecho en mi vida", cuenta el director.
Almodóvar comparte otras curiosas anécdotas en el texto, como sus dilemas para escoger el traje con el que acudir a la fiesta que organizan la revista W Magazine y Saint Laurent, y su experiencia con una chaqueta que define como "preciosa" y "perfecta" si "no tuviera el abdomen con una denominación de origen tan manchega", hasta sus charlas con algunas de las estrellas de Hollywood del momento.
Para Almódovar, estas fiestas son una especie de casting encubierto. En ellas, el director tiene la oportunidad de conocer de primera mano cómo son las posibles candidatas para protagonizar los proyectos que tiene entre manos. Verlas de cerca, escuchar sus voces, observar sus movimientos. Zendaya o Sydney Sweeney están haciendo un casting sin ellas saberlo. Mejor que un vídeo editado de quince minutos enviado por We Transfer desde EEUU hasta el domicilio del director en Madrid. Eso sin duda.
"Una de las razones secretas por la que estoy en Los Ángeles, (además de acudir de la mano de Penélope al Dolby Theatre y vivir 'in situ' si a su nominación le quedaba todavía un camino por recorrer o si el premio era la nominación) es encontrarme con algunos actores pensando en el casting de la película de Cate Blanchett basada en cinco relatos de Lucia Berlin (extraídos de su biblia 'Manual para mujeres de la limpieza')", confesaba.
En la fiesta, habla con Joachim Trier, el director de 'La peor persona del mundo', con Paul Thomas Anderson y sus dos actores protagonistas Alana Haim y Cooper Hoffman; y en el vestíbulo del Dolby Theatre, donde tiene lugar la gala, se para a charlar con Denis Villeneuve y Kenneth Branagh. Les desea suerte. Intercambian risas y recuerdos.
"Me cruzo con Zendaya y me comporto como un vulgar fan, le pido una foto y me sorprendo por lo alta y guapísima que es. Acostumbrado a verla con el cutis descuidado de Euphoria, me sorprende el esplendor de la actriz al natural. Le comento, y es cierto, que estoy deseando verla en películas con personajes reales donde pueda desarrollar lo que ya ha demostrado, que es una gran actriz. Una actriz adulta. Como demostración está su interpretación en la muy irregular Malcom and Marie. No creo que entienda una sola palabra de las que le digo", relata divertido Pedro.
También se cruza junto a Penélope Cruz con Nicole Kidman, "la Kidman", como él la llama. “Mira lo que los directores hacemos con las actrices”, le dice a la actriz, que les observa alucinada porque Pedro está sujetando la cola del vestido de la nominada al Oscar.
"Detrás de mí tengo a Francis Ford Coppola, con su esposa. Les saludo. Francis ha adelgazado considerablemente, le digo que hasta en eso sigue siendo un maestro para mí", cuenta el director. La naturalidad con la que lo cuenta impacta, pero estamos hablando de dos de los mejores directores de cine que existen.
Ambos mantienen una buena amistad desde que se conocieron en el rodaje de 'Drácula'. "Este hombre, con fama de feroz, siempre ha sido muy cordial conmigo", explica Almódovar, que con este mini diario nos regala algunos de los momentos más especiales de la noche.