Petra Martínez (Linares, 1944) tiene una sonrisa en la cara. Estrena película, 'La vida era eso' y, además, ha sido nominada al Goya a la Mejor Actriz 2022 por darle vida a María, el personaje que interpreta y que se descubre a sí misma en un viaje que le llevará de Bélgica al sur de España. Hablamos con Petra sobre los nietos, los sueños, los recuerdos; en definitiva, sobre la vida. También de su papel en 'La que se avecina' como Fina, que le insufla una dosis adicional de buen humor a un trabajo que, ya de por sí, ama.
La cita es en los cines Embajadores de Madrid. La sala, pequeña pero bien aderezada para la entrevista donde nos espera Petra, que empieza lanzándonos una pequeña advertencia: "Nada de hablar de matemáticas, que no se me dan bien". Por suerte, la temática no tratará sobre teoremas ni álgebra, aunque sí de las ecuaciones que rigen nuestro día a día.
"¿Te acuerdas de tus abuelos?", pregunta ella. Directa, sin contemplaciones. Tras las explicaciones oportunas, la pregunta va aderezada de vuelta: "¿Cómo haces tú para que tus nietos se acuerden de ti?". Petra no se corta: "Nos acordamos de una cosa pequeñita, no de una secuencia entera, así que hago cosas que sean muy importantes, para que lo pongan en el archivo de 'importantes' y se acuerden después. Por ejemplo, con uno de ellos me voy a jugar al fútbol y le digo después: 'acuérdate de que esto lo hacías con tu abuela materna, acuérdate, mi vida'. Al final soy una abuela con mucho ego".
En la película, al personaje que interpreta Petra, María, le van a visitar sus hijos y sus nietos, aunque para eso tenga que esperar unos cuantos días. Le preguntamos por esta vorágine del día a día en la que estamos inmersos y que nos provoca, en muchas ocasiones, olvidarnos de nuestros seres queridos como padres y abuelos. ¿Es así o es solo una sensación?
"No te creas, aunque los abuelos también estamos muy a gusto sin los nietos, pero a veces sí que nos olvidan un poco. En la película también se ve cómo los hijos de María llaman, pero no aparecen; eso ocurre mucho. Yo tengo una hermana en Londres, y el resto en Madrid, y veo más a la de Londres que a los otros, porque cuando viene pasamos tiempo de calidad juntas. Eso es lo que veo que pasa con los hijos y jóvenes respecto a los abuelos, que tienen muchas cosas que hacer y lo último que piensan es en llamar a sus abuelos o a sus padres", se lamenta. "Pero los jóvenes de ahora vais a tener mucha suerte, porque las nuevas generaciones ya tendrán esto corregido", comenta acto seguido con un halo de esperanza.
Sin embargo, con su nieta la relación es especial. "Mi nieta, que tiene 22 años viene siempre que puede a hablar con Juan y conmigo y quiere que le contemos cómo es el teatro independiente o cómo fue la Transición, porque en el instituto y en la universidad hay temas que no se tratan. Oigo a muchos jóvenes que quieren estar con sus abuelos. Yo creo que los mayores sabemos mucho, porque la experiencia es la madre de la ciencia, y es verdad. La experiencia vale como una asignatura que está ahí, pero a veces parece que no se le da importancia suficiente".
María emigró a Bélgica a finales de la década de los 60. Lleva 48 años casada con José y durante toda su vida ha estado dedicada a su familia. María siempre ha soñado con volver a España algún día, aunque ya es tarde porque su familia se arraigó en Bélgica. Durante su estancia en el hospital, donde se recupera de una crisis cardiaca, se cruza con Verónica, una joven española que le despierta y le recuerda la curiosidad por la vida y el erotismo que hace tiempo, o tal vez siempre, mantuvo dormidos.
"Petra, ¿hay alguna edad límite para empezar a explorar, para empezar a viajar?", le preguntamos. "No hay edad, pero hay circunstancias", comenta ella. "Si estás bien, puedes empezar cualquier cosa. En esta película hay un guion matemáticamente encuadrado, aunque no me gustan las matemáticas, para contar todo lo que le pasa a esta mujer. Es una película positiva para todas las edades. Muy alegre. Se puede cambiar a cualquier edad", concluye.
La película, que se estrena el viernes 10 de diciembre, ha obtenido unas críticas muy positivas en los distintos festivales donde ha participado y, con la nominación de Petra al Goya a la Mejor Actriz, se pone el colofón a esta historia intergeneracional de exploración personal y vital a la que nos invitan.