En la última década Robert Downey Jr se ha convertido en una de las piezas clave de Hollywood gracias a su Iron Man, imprescindible en el éxito de Marvel y en la industria de los superhéroes a lo largo de los últimos años, así como el punto de unión de esos seres fantásticos a lo largo de más de una veintena de películas. Tras caer a los infiernos, Jon Favreau, insistió en que él fuese el protagonista que encarnase a Tony Stark en la saga, a lo que los productores se negaron, pero decidieron hacerle una prueba de casting. Ahí empezó la construcción de su personaje, buscando inspiraciones y preparándose para más de una década de taquillazos.
El Iron Man que se ha visto en pantalla durante años puede que no hubiese sido el mismo sin la persona más rica del planeta: Elon Musk. En 2007 Robert Downey Jr visitó las instalaciones de Space X y quedó totalmente fascinado con lo que vio y Musk se convirtió en una figura clave en la construcción del personaje. En un libro sobre el empresario, se recoge una declaración de Downey Jr en la que dice que no se asombra "fácilmente, pero este lugar y este hombre son alucinantes".
En aquella visita vio máquinas de todo tipo y cómo trabajaban los ingenieros, "era como una startup radical", dijo. Tras aquella visita se dio cuenta de que lo que ocurría en el rodaje de la película era similar a lo que había visto en la empresa de Musk, así que se reunió con él y comieron juntos, una reunión de la que se llevó varias excentricidades del empresario que le sirvieron para convertirse en Stark, un personaje que él veía muy similar a Musk, ya que cree que ambos tienen una idea muy clara por la "que vivir y a la que dedicarse".
De esta manera, no solo cogieron rasgos de la personalidad de Elon Musk para Tony Stark, también de la propia Space X para ciertos aspectos de la película, incluso Tesla, un Roadster apareció entre los vehículos de Iron Man.
Además de inspiración, y por mucho que su personaje utilizase la tecnología como arma, Robert Downey Jr tuvo que entrenar para no desentonar entre personajes como Capitán América o Thor, algo que no era nuevo, también lo hizo para 'Sherlock Holmes'.
El actor ha estado en manos de uno de los grandes entrenadores personales de Hollywood, Brod Bose, que trabajó la progresión de Robert. "Redujimos mucho el cardio y aumentamos el peso que estaba levantando", declaró en su día Bose. Así, durante muchos años ha estado puntualmente haciendo dietas de 5.000 calorías diarias para ser Tony Stark y siguiendo ejercicios de fuerza para sus músculos: dominadas, trabajos de abdominales, balón medicinal y para darle un poco de cardio al asunto, bien de elíptica.