"Ha jugado como piloto, médico, agente secreto, guerrero, asesino, vampiro y héroe de guerra. Pero quizás el personaje más complejo que haya interpretado es el propio Tom Cruise" Son las palabras de Andrew Morton, autor de una biografía no autorizada de este actor que, a su juicio, simboliza el éxito perfecto.
Desde niño se mostró genial, carismático y rebelde, a veces demasiado. Hoy es un héroe de acción y una de las figuras más influyentes de Hollywood, muy alejado de aquel galán que enamoró a las adolescentes de los 80. Paul Newman no tuvo empacho en concederle el título de actor favorito del planeta en 'El color del dinero' (1986) después de una partida simbólica de billar. Fue entonces cuando Cruise decidió que ya no quería ser ninguna otra cosa.
Debutó jovial, espontáneo, romanticón y con una atracción irresistible para muchas mujeres en aquella época de mitos eróticos masculinos en vaqueros y un punto de chulería. Hoy su carisma personal supera a cualquiera de sus personajes. Quienes han rodado con Cruise resaltan su entusiasmo y su faceta más creativa. "Trabaja como un loco y tiene esa energía totalmente positiva", escribió sobre él el guionista Ken Miyamoto. "Es dulce y generoso", dice Emily Blunt.
Ese carácter idealista que le permite mantenerse sin tocar el suelo es el que resalta en 'Oblivion', la película que emitirá Mediaset en el ciclo de Cine Uppers. En ella descubrimos a un Cruise con los 50 recién estrenados patrullando a diario los cielos en una superproducción de ciencia ficción apocalíptica. Bajo la dirección de Joseph Kosinski, asistimos al viaje futurista a 2077. La Luna es un montón de escombros en órbita y la Tierra que ha quedado reducida a cenizas después de una guerra catastrófica entre terrícolas y extraterrestres.
Jack Harper (Tom Cruise) y su compañera Victoria (Andrea Riseborough) se dedican a reparar drones y salvar a la población superviviente de los ataques alienígenas. Un éxito de taquilla que tuvo que adelantar su esperado estreno al 19 de abril de 2013 para no rivalizar con el reestreno de Jurassic Park, tres meses más tarde. En 'Oblivion' Cruise se mueve en condiciones hostiles con un requiebro muy actual: "ganamos la guerra, pero perdimos el planeta". Fue rodada con tecnología digital de altísima resolución y no faltan en ella acción, alienígenas, historia de amor y una escena erótica sobre las nubes.
A finales de los 90 tuvo su pico de éxito (hablamos de premios, en recaudación y taquilla no ha bajado nunca), con Jerry McGuire y Magnolia, de Paul Thomas Anderson. Por los dos papeles estuvo nominado al Oscar. Ya lo había estado en 1989 por Nacido el 4 de julio, de Oliver Stone. Ninguna de las tres estatuillas acabaron en su mano. Al entrar el siglo XXI sus papeles empezarona virar, definitivamente, hacia la acción pura y dura, los espías o la ciencia ficción.
Cruise necesita sentirse poderoso, aunque a veces esto le hace, según ha confesado él mismo, intolerante con sus propios defectos y con los de los demás. Lucha por el crecimiento personal y profesional con un cerebro más intelectual que emocional y muy pragmático que le permite atraer a personas muy potentes. Tanta seguridad desprende que su personalidad puede rayar en el egocentrismo, mostrando entonces su lado más solitario y despiadado con los demás.
No es un tipo fácil. Vive cautivo de la Cienciología, como otras muchas estrellas de Hollywood, y esto ha trazado su vida personal. No tenemos bien claro cuánto hay de obsesión en Cruise como profeta moderno de esta religión con tantos claroscuros o si, tal vez, ha sido y es realmente libre y audaz en sus planteamientos. Como héroe y líder nato, no tendría más que usar sus intrépidas dotes si quisiera escapar de esta religión y saltar la valla que le separa, literalmente, del mundo real.
Después de siete años de relación, Katie Holmes se asustó y rompió con él temiendo que la hija de ambos, Suri, fuera adoctrinada por su padre bajo los mandatos de lo que los críticos consideran una secta peligrosa. Morton cree también que Nicole Kidman se divorció de él por los mismos motivos.
Pero no vamos a negar que tiene un público incondicional a la espera de nuevos títulos en los que seguir desplegando sus cualidades fetiche: audacia, orgullo y carisma. Lee Child, autor de la saga 'Jack Reacher', ha lanzado un mensaje demoledor para él: no tiene ya edad para la acción. Cruise ha encarnado al protagonista de sus novelas y protagonizará 'Tom Gun: Maverick' el próximo verano. El escritor reconoce que tiene talento, es excelente y muy divertido. "Pero ha cumplido 57 años. Es demasiado viejo para esto. Necesita una transición a un actor de personajes". Habrá quien le responda que nunca se es demasiado viejo para ser un héroe de acción.