Muere María Kodama: el entorno de la mujer que fue los ojos de Borges

  • María Kodama, escritora, traductora y viuda de Jorge Luis Borges, ha muerto a los 86 años en Buenos Aires, según han confirmado sus allegados

  • Kodama conoció a Borges cuando era una adolescente; el escritor le propuso estudiar juntos inglés antiguo y "la vida fue tejiendo una historia maravillosa"

  • En los últimos años, destacó su animadversión por Bioy Casares, amigo de juventud de Borges y compañero en labores literarias

La escritora y traductora argentina María Kodama, viuda y difusora de la obra de Jorge Luis Borges, ha fallecido a los 86 años en la capital argentina, según ha confirmado su abogado y amigo Fernando Soto.

Kodama entra en el "gran mar" para reunirse con Borges. Discreta, pese a ser la compañera de uno de los grandes creadores de la literatura universal, nunca sintió la tentación de exponer su vida. Por decisión propia, no habrá despedida pública. Sin embargo, los años transcurridos junto al escritor sí le situaron bajo el foco de los medios, una situación que siempre supo manejar con elegancia.

Borges, presente desde la infancia

María Kodama conoció al amor de su vida cuando tenía cinco años. Entonces no sabía que el autor de 'Two English Poems', la poesía que aprendió de memoria en sus clases de inglés era del literato argentino más famoso de todos los tiempos. Años después, entre 1953 y 1954 una María adolescente se encuentra con Borges en una librería de la calle Florida, en Buenos Aires. El escritor ya es mayor y tiene dificultades de visión.

María lo saluda y le explica que le conoció de niña recitando los dos poemas ingleses. Borges se interesa por ella. Descubre así que Kodama aún está en Secundaria y le propone estudiar anglosajón, el inglés del siglo X, juntos. "Pero debe ser muy difícil", repone María. El autor, ya muy prestigioso, la tranquiliza: él también tiene que estudiarlo, ¿por qué no hacerlo juntos? Nace así un amor inclasificable. "La vida fue tejiendo una historia maravillosa", dijo Kodama en varias entrevistas sobre este encuentro.

El divorcio de sus padres

María Kodama era hija del químico japonés Yosaburo Kodama y de la pianista María Antonia Schweitzer. Kodama fue uno de los muchísimos inmigrantes que Argentina recibió en los años 30. Con el objetivo de hacer unas Américas tardías llegó solo a Buenos Aires y enseguida conoció a María Antonia, que pronto se sintió fascinada por un "príncipe exótico de tierras lejanas".

La diferencia de edad era notable entre ambos y el matrimonio no prosperó. Se divorciaron cuando la pequeña María contaba solo tres años. Sin embargo, Yosaburo fue clave en la educación de su hija, que nunca pudo superar la separación de sus padres. "El casamiento es el divorcio", diría muchas veces. De hecho, renegó del matrimonio hasta cumplir los 48 años, cuando se casó por poderes con Borges, ya separado de Elsa Astete, su primera mujer.

La enemistad con Bioy, el íntimo amigo de Borges

Los aficionados a la obra de Borges saben que el literato formó durante algunos años de su vida tándem con Adolfo Bioy Casares. Su amistad databa desde la juventud, cuando ambos eran dos bon vivants que sólo querían viajar y ser tenistas profesionales.

La pareja Borges-Kodama no le sentó bien a la amistad de ambos autores. En los últimos años de su vida, Kodama habla con ira sobre el amigo de su marido. A propósito del libro 'Borges' de Bioy, María no duda en tacharle de "traidor". "Cuando tu amigo se va, no podés escribir todo lo que tu amigo dijo, sabiendo que vas a quemarlo con media humanidad. ¿Sabés cuál era el epíteto con que Borges se refería a Bioy? Cobarde", afirmaba en 2013 en una entrevista con la revista literaria Orsai.

La mala relación con los parientes del escritor

Kodama empezó a viajar con Borges y a ser sus ojos y su voz ante el mundo en 1973, cuando la madre del escritor ya está gravemente enferma. Si bien la relación de María con la familia del literato fue discreta durante sus primeros años de relación. La boda y la enfermedad del novelista suponen un punto de inflexión. Durante muchos años, se le acusó de ser la responsable de que Borges, diagnosticado con un cáncer de hígado, no muriera en Argentina, sino en Ginebra, ciudad a la que adoraba y en la que vivió parte de su juventud.

Que el escritor la nombrara heredera universal en 1979 no contribuyó a estrechar los lazos familiares. A la muerte del escritor, su hermana Norah afirmó sentirse extrañada porque su hermano hubiera fallecido en Ginebra y hubiera sido enterrado allí, y no en el cementerio de La Recoleta, donde la familia Borges tiene un panteón desde el siglo XIX y donde reposa la madre del escritor.

La familia, de hecho, hizo varios intentos de repatriación por parte de Miguel de Torre, uno de los sobrinos del escritor. Torre expresó hace años el sentir de los Borges hacia Kodama: "Nada que hacer o decir sobre esa mujer", la misma que ha dirigido con mano suave, pero firme, el impresionante legado del genio.