Adaia Teruel, autora de 'Mujeres que follan': "Pasados los 40 te aventuras a probar cosas que antes ni te las planteabas"

  • 'Mujeres que follan' (Libros del K.O), de la periodista Adaia Teruel, recoge testimonios de mujeres en plena madurez sobre su experiencia sexual

  • Entre las entrevistadas hay mujeres casadas, solteras, divorciadas, monógamas, liberales o poliamorosas, todas entre los 40 y los 50 años.

  • La periodista cede completamente la voz a las mujeres que entrevistó y el resultado son una serie de monólogos descarnados y escritos sin tapujos

La escritora y periodista Adaia Teruel (Barcelona, 1978) acababa de sobrepasar los 40, tenía hijos, un marido y una vida sexual más intensa, al parecer, que muchas personas de su entorno. Cuando, durante un viaje a Berlín en compañía de su esposo, empezó un periplo por clubes liberales y a dejarse llevar por su espíritu aventurero, llegó a incluso a pensar si no tendría un "problema con el sexo".

Esa preocupación fue la que la llevó a preguntarse si en realidad no sería que, en pleno 2023, las mujeres aún no tenían espacios para compartir de manera abierta su sexualidad. Para lo bueno y para lo malo. Así, se convenció de que no era que ella tuviera un problema por vivir una sexualidad plena, sino que simplemente había cosas que no se hablaban.

Descubriendo el tupido velo

Ese fue el germen de 'Mujeres que follan' (Libros del K.O) una libro de entrevistas a mujeres de entre 40 y 50 años, que cuentan, en primera persona sus prácticas sexuales, y en algunos casos sexoafectivas, de una manera directa y coloquial: una radiografía de la sexualidad de las mujeres españolas del s. XXI, con sus claroscuros, sus secretos y sus desafíos. "Hay mucha bibliografía sobre sexo pero desde lo teórico, y luego mucha literatura erótica muy fantasiosa. A mi me hacía falta el testimonio real. Al principio pensé que en este libro hablaría de mis diferentes etapas vitales con este hilo conductor que es el sexo, y las entrevistas iban a ser una parte. Pero luego me pareció tan interesante lo que contaban las entrevistadas que lo mío quedó relegado". Tanto así que las entrevistas carecen de preguntas, quedando los testimonios como monólogos hechos con total honestidad.

Dices en la presentación de 'Mujeres que follan' que "el sexo nunca es solo sexo". ¿Qué es el sexo para ti?

Es un lugar en el que puedo ser más vulnerable y la vez más libre, pero sobre todo es un lugar donde dejo de pensar: no soy madre, ni hermana, ni trabajadora, ni esposa, ni periodista, estoy allí sintiendo. Para muchas personas es como una forma de recargar las pilas.

¿Es cierto que el pico de la sexualidad femenina se alcanza pasados los 40?

No lo digo yo, lo dicen los expertos. Piensa que es una edad en la que, por una parte ya tenemos un poco asentado el tema de la casa, de la familia, de la carrera profesional, y esto nos permite poder centrarnos en otras cosas. Y, por otro lado, conocemos mejor nuestro cuerpo, lo que nos gusta y lo que no nos gusta, y también nos sacamos muchas manías de encima. Creo que a partir de los 40 te aventuras a hacer cosas que antes ni te las planteabas...

¿Cómo podrías resumir la manera en que viven la sexualidad las mujeres alrededor de los 50 a día de hoy?

Es difícil generalizar, porque he entrevistado a una muestra muy diversa de mujeres. Desde la soltera por convicción -la que dice 'yo no quiero pareja, yo tengo mi vida, quiero viajar, quiero salir'- hasta la separada que ha vivido unos años de matrimonio sin sexo. Un punto común es que muchas vivieron relaciones tóxicas y se sintieron anuladas. Hay mujeres que han engordado por situaciones así, o que se han apartado de su familia, o que se han visto completamente absorbidas. Entonces, cuando logran liberarse de aquello, es normal que no quieran tener una nueva relación.

¿Dirías entonces que son mujeres que se manejan mejor en soledad?

Son mujeres que tienen su casa, tienen su independencia económica, suelen tener hijos muchas... Ellas me dicen: "yo no quiero poner a otro hombre en mi vida, yo lo que quiero es un follamigo, un compañero puntual para salir al cine, para ir a cenar, o pasar un fin de semana incluso, echar un polvo, pero no un polvo con uno distinto cada vez, sino esto, un follamigo. ¿Sabes? Sin formalismos, sin comprometernos. La mujer soltera de alrededor de cincuenta suele pensar: "Yo estoy muy bien sola, me ha costado mucho llegar aquí y no le voy a entregar mi libertad ni me voy a sacrificar por un hombre".

A vueltas con la madurez

Y sin embargo, todavía hay quien cree que la vida sexual "ya no es la misma" en la madurez...

No tengo ni idea por qué se ha construido esta percepción tan negativa de la sexualidad en la madurez. Hay una construcción mediática de lo joven, en la literatura, en las películas... Y las personas de nuestra edad quedamos un poco como las madres, ¿no? Somos las 'señoras' y parece que ya no fuéramos deseables o no tuviéramos apetito sexual. Pero luego tú hablas con estas mujeres y muchas te dicen "es que para mí realmente cuando disfruto más del sexo, es ahora". Entonces es eso: las mujeres de nuestra generación queremos disfrutar y tenemos el cuerpo y la energía para hacerlo.

Muchas de tus entrevistadas además hablan de experiencias no monógamas, con hombres casados, o estando ellas casadas, ¿como relacionas la no monogamia con la edad? ¿se acepta mejor a los 50?

Me da la sensación de que sí. Claro, ya no se trata del noviete de cuando tenías veinte años y te enamoras locamente y te mueres de celos. Esas cosas de la inseguridad y el 'lo quiero todo para mí'. Creo que pasa lo contrario en parejas de largo recorrido, sobre todo en parejas que están bien. Y me refiero a esas parejas que tienen comunicación, complicidad, química y confianza. En esos casos tú ya sabes cómo separar las cosas y decir, "vale, tú eres mi pareja mi compañero de vida, yo quiero envejecer a tu lado. El sexo es otra cosa, y nos podemos permitir otras experiencias". Y eso puede pasar por abrir la relación y convertiste en una pareja liberada o no. Puedes hacer un trío por ejemplo, y no hace falta que tu marido o tu esposa se vaya con una persona distinta sin que estés tú. Hay muchas personas que llegan a este u otros acuerdos.

Pero es que así con todo, hablaba la vez pasada con una amiga que trabaja en un club BDSM y me decía que allí de juventud, más bien poca. De cuarenta para arriba. Y eso sí, en todos los casos en que las mujeres han estado viviendo en sus matrimonios situaciones de este tipo, normalmente han sido parejas que estaban muy unidas y tienen una conexión muy fuerte.

La normatividad o heteronormatividad en el porno, en la publicidad, en los medios, hace que muchas personas sienten vergüenza de su propia sexualidad, cuando se sale de esa norma: si el no es un follador está en falta, si ella lo es, también. ¿Cómo salimos de eso?

Si algo he aprendido con este libro, es que cada persona vive su sexualidad de una manera única. Una de las entrevistadas me decía "yo hace dos años que no me acuesto con nadie y, de vez en cuando, cuando me apetece, me masturbo y ya. Es que no siento deseo, no estoy en esa fase".

Es verdad que a veces parece que todos tengamos que ser los grandes folladores ¿no? Y el sexo salvaje y todo eso. Pero esa es una idea abstracta. ¿Qué es follar mucho o follar poco? Pues depende. Para una tener una relación a la semana será mucho y para el otra, igual muy poco. ¿Y qué está bien y qué está mal? Todo está bien.

¿Qué factores dirías que influyen en que hayan mujeres más o menos sexuales?

Muchos. Cada persona vive el sexo de una manera distinta porque cada persona ha tenido una educación distinta. Cada persona ha tenido una primera experiencia distinta. Cada persona también tiene un carácter. ¿Tú vienes de una familia donde el sexo estaba bien visto, donde el cuerpo se trataba con naturalidad o vienes de una familia que te decía que el sexo es pecado o que es para procrear? ¿Has crecido creyendo en el amor romántico? Es que todas estas cosas las llevamos muy metidas.

Nos han hecho creer que lo mayoritario, por ejemplo, es la relación heterosexual y monógama, pero si tú preguntas a la gente, hay asexuales, bisexuales, pansexuales... es que hay un un un mundo entero. Y una persona que no desea tener relaciones, me parece igual de válida que la que quiere tres polvos a la semana, mínimo. Cada persona es única y cada persona vive la sexualidad a su manera.

Una de tus entrevistadas tiene 46 años y un Satisfyer cargando siempre en el salón. Poco se habla de la masturbación femenina a esa edad...

Es curioso el tema de la masturbación femenina: hay mujeres que me han dicho que se han masturbado desde siempre, simplemente no lo comentaban, no se decía, esto era cosa de chicos. Luego hay algunas otras mujeres que me han dicho que de jóvenes no se masturbaban, precisamente por eso, porque era un tabú, y que de mayores han descubierto la masturbación. Y más de una mujer me ha dicho, oye, mira, a estas alturas o me enamoro locamente, o con el vibrador ya tengo. El tema de los succionadores de clítoris ha salido en todas y cada una de las conversaciones. Te diría que la gran mayoría de las solteras y las separadas lo usan, pero también hay mujeres casadas que lo usan y juegan con él y con sus maridos