La infancia de muchos mayores de 50 cuenta con un personaje cuya misión era rescatar los dientes caídos y dejar en su lugar monedas o algún pequeño obsequio. Ese 'rescatador' de dientes era -y sigue siendo- el Ratón Pérez, un personaje de leyenda muy conocido por los niños españoles y los del resto del mundo.
La tradición de celebrar el cambio de dientes se adapta en cada cultura. En los países anglosajones es el Hada de los dientes, Petite Souris en Francia, Fatina Dentina en Italia y Ratai-Chi en algunas zonas de Asia.
Sin embargo, la verdadera historia del Ratón Pérez surge de un cuento escrito por el jesuita Luis Coloma a petición de la Reina Regente María Cristina para el Rey Alfonso XIII (Budy, como ella le llamaba cariñosamente ) cuando se le cayó su primer diente de leche.
Según explica la dedicatoria del autor, el objetivo del cuento era mostrar al futuro rey la fraternidad humana, independientemente de la clase social o económica.
El Ratón Pérez vivía dentro de una caja de galletas en el almacén de la confitería Prast, situada en el número 8 de la calle Arenal de Madrid, muy cerca del Palacio Real. Desde ese aristócratico emplazamiento, muy selecto a principios del siglo XX, todas las noches recorría la ciudad para visitar las casas de los niños pobres a los que se les había caído un diente. A cambio, dejaba una moneda bajo la almohada. Las noches del ratoncito distaban de ser tranquilas porque para realizar su misión tenía que esquivar los numerosos gatos de las calles madrileñas.
El padre Coloma, que también era académico de la Real Academia, fue maestro e instructor de Alfonso XIII. Con cuentos como este, el pedagogo quería instruir al rey en los principios de la Ilustración que aún guiaban a las monarquías europeas.
En la actualidad, la biblioteca del Palacio Real guarda el manuscrito que el padre Coloma regaló a su alumno. Data de 1894, aunque no se publicó hasta 1902 cuando Alfonso XIII comenzó a reinar, con solo 16 años.
El cuento del Ratoncito Pérez se publicó en un libro de ocho relatos llamado 'Nuevas Lecturas'. Años más tarde, en 1911, se publicó una edición separada dedicada al Príncipe de Asturias, Alfonso de Borbón y Battenberg, hijo del Rey Alfonso XIII.
Quienes quieran volver a la infancia pueden visitar la casa del Ratón Pérez en la calle Arenal. En la fachada del número 8 se puede ver la placa que el Ayuntamiento de Madrid dedicó a este famoso personaje.