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¿Pensando en escribir tu soñada novela a los 50? Los tres trucos de Maruja Torres para ayudarte

Gesualdo Bufalino publicó su 'instant classic' 'Perorata del apestado' a los 61 años. Pero no hace falta ser un oscuro profesor de Instituto, ex combatiente de la Segunda Guerra Mundial, ex prisionero de los alemanes, extuberculoso, que escribe en secreto en un pueblito siciliano para ser 'materia literaria'. Ni trabajar, como el italiano, durante 30 años en una novela. Así que si estás pensando, finalmente, en dar ese primer paso en la escritura, aquí tiene s algunos consejos no nuestros, sino de la gran Maruja Torres, mismos que compartió con Jordi Évole durante una entrevista hace ya varios meses.

Diferencias

Dicen que el mundo literario hay dos tipos de personas: las que quieren escribir y las que quieren ser escritores. Esto para diferenciar entre quienes tienen genuina vocación por ejercer el oficio - ciertamente sacrificado, muchas veces árido y por lo general absolutamente alejado de cualquier glamour- y los que creen que ser escritor proporciona algún tipo de estatus.

Como sabe bien Torres, gran representante del proletariado periodístico y literario, escribir es algo que se hace con la mano, pero que requiere, además de algunos ideas frescas, infinitas dosis de trabajo y orfebrería. Aquí van algunos de los consejos que le fueron transmitidos en su día y que ella, como buena proletaria, comparte con la masa, o sea nosotros.

Lee mucho

El abc de la escritura no es saber ordenar palabras sino saber entenderlas. Por lo tanto pretender lanzarse a escribir sin leer es el camino más rápido a lo insustancial y el lugar común. No hay mejor manera de encontrar una voz propia que sabiendo como suenan los demás.

Lee a los mejores

¿Quiénes son? No son, necesariamente, lo que más venden o los más famosos. Conforme avances en tu adiestramiento literario te empezarás a dar cuenta de que los mejores autores son aquellos que tienen rasgos diferenciales con respecto a los demás. Ya sea en los temas que aborda, el lenguaje con el que decide contarlos, el punto de vista desde el que lo cuenta y la manera en que organiza la información. Los grandes, pueden ser, además, ideológicamente desafiantes. En los mejores casos, la combinación de esos factores produce obras estimulantes y originales.

Lee en voz alta

¿Por qué? Porque al externalizar la voz de lo que escribimos nos ponemos en una posición similar a la de nuestros lectores. Es como hacer un simulacro o preview de lo que estamos haciendo, algo que no se logra si no sacamos la voz de nuestra cabeza.

Evita el queísmo

Utilizar la palabra que muchas veces es un vicio. Pero en realidad, esto aplica a cualquier vicio de la escritura que sea redundante o trillado. 'Y es que', 'por lo tanto', 'o sea' son algunos ejemplos antipáticos, pero hay muchos. Huye de las repeticiones.

Hay todavía para tiempo para un consejo más, propio de la factoría Maruja Torres, que se infiere de un cometario que le hace al periodista: "No tienes mala leche y creo que ese es un defecto". Y tiene razón, claro. No es que sea necesario escribir desde el odio o el rencor, pero lo cierto es que no hay mejor forma de crear algo banal que hacerlo desde el buenismo o la complacencia. Recuerda que el infierno está lleno de buenas intenciones.