“Le ha echado un par”: otros músicos opinan sobre Sabina y su "ya no soy tan de izquierdas"

  • Preguntamos a otros músicos que opinan de la controvertida frase de Sabina: “Ya no soy tan de izquierdas porque tengo ojos, oído y cabeza”

  • Rafa Sánchez (ex La Unión), Ricardo Ruiperez (M-Clan), Javier Andreu (La Frontera), Mercedes Ferrer y Alfonso Aguado (Inhumanos) se posicionan sobre la polémica

  • Ricardo Ruipérez, de M-Clan (54): “Sabina sigue teniendo sus convencimientos de izquierdas, pero también sus desengaños, como todo el mundo”

Fiel a su capacidad de epatar, Joaquín Sabina no ha dejado a nadie indiferente con sus recientes declaraciones sobre política: “Ya no soy tan de izquierdas porque tengo ojos, oído y cabeza”, descerrajó a mediados de noviembre en la presentación del documental Sintiéndolo mucho, dirigido por Fernando León de Aranoa. La frase no habría tenido mayor trascendencia de no ser porque históricamente el cantautor jienense ha sido uno de los personajes públicos más marcadamente alineados con los partidos de izquierda.

Sabina añadió que todas las revoluciones del siglo XX habían “fracasado estrepitosamente” en el XXI (excepto el feminismo y la lucha del colectivo LGTBI), que el fracaso del comunismo ha sido “feroz” y que la deriva de la izquierda latinoamericana le “rompe el corazón”. Superada la sorpresa inicial, hemos querido preguntar a otros músicos qué opinan de esa diatriba y cuál ha sido su propia evolución ideológica.

Rafa Sánchez (61): “Entiendo a Sabina perfectamente”

El excantante de La Unión, que ahora graba y actúa en solitario, siempre se ha mostrado bastante discreto en relación con todo lo que no sea su carrera musical. De un tiempo a esta parte, sin embargo, se ha permitido abrir alguna rendija y no tiene reparos en afirmar que entiende a Sabina “perfectamente”. Así lo argumenta: “Tal y como se está moviendo el Partido Socialista, yo es que alucino con cada paso que da”.

Detrás de esa impresión hay una creciente desconfianza hacia la clase política en general. “Ya no hay izquierdas ni derechas”, añade. “Los partidos, actualmente, son puras marionetas de un poder superior, llamémoslo Agenda 2030… Tanto PP como PSOE al final son lo mismo. Todo esto está manejado por intereses supranacionales, buscando un tipo de sociedad diferente. Hay un 1% de la población muy rica y un 99% que estamos a sus órdenes. Hoy por hoy, votar es un acto tan iluso como mandar una carta a los Reyes Magos. No es que me haya vuelto más escéptico; es que el mundo está tomando una dirección diferente a la que estábamos acostumbrados. El Nuevo Orden Mundial”. 

Reconoce que con los años ha ido adaptándose a las nuevas realidades. “En su momento, la entrada en la OTAN me pareció un horror, pero al final comprendes que si no ingresas puedes estar en la diana. Estamos viviendo en un mundo cada vez más global, y los grandes poderes quieren controlarlo todo. Antes se hacía una política más local y ahora la política es mundial”. Aun así, considera prudente que los músicos no se definan políticamente. “Es lo mejor, por nuestro trabajo. Definirse en un país donde hay dos grandes mitades, implica perder la mitad del negocio. Vivimos de esto y no tenemos ningún tipo de subvención”, lamenta.

Ricardo Ruipérez, guitarrista de M-Clan (54): “Sabina juega un poco a eso”

“A Sabina le pones un micro y no para de soltar”, dice el guitarrista de la banda murciana de rock. “Juega un poco a eso, y el periodista que le pone el micro, también. Se espera de Sabina que dé muchos titulares. Estoy seguro de que sigue teniendo sus convencimientos de izquierdas, pero también sus desengaños, como todo el mundo. Imagino que es una cosa lógica. No pasa nada. Sabina se equivoca a veces, todos nos equivocamos, y decimos blanco cuando queremos decir negro”.

Juzga que el revuelo causado por el apotegma de Sabina se debe a que resulta chocante en unos días en que pocos se atreven a sacar los pies del tiesto por miedo a ser lapidados en Internet. “Actualmente con las redes sociales hay una autocensura muy grande y las nuevas generaciones van con mucho cuidado a la hora de mojarse en determinados temas, sobre los que prefieren pasar de puntillas. Porque luego en las redes te machacan. El rock siempre ha estado libre de ese tipo de ataduras y podemos decir lo que pensamos abiertamente”, explica.

¿Y qué piensa Ricardo Ruipérez? “Mis ideales no han cambiado. Sigo siendo una persona de izquierdas, y lo seré hasta que me muera. Hay cosas de la izquierda que me gustan y cosas que no, pero eso es normal. Hoy en día no se puede estar de acuerdo en todo”, dice.

Sobre si los personajes públicos deben posicionarse políticamente o no, señala: “Cada uno debe hacer lo que sienta. Si alguien quiere ir con una bandera, me parece perfecto. A mí no me gusta ir con la bandera de nada, pero si me preguntan, contesto educadamente, con respeto hacia todo el mundo, aunque no tengo por qué esconderme ni pensar que no van a salirme contratos por ser de un bando o de otro. Afortunadamente estamos por encima de eso”.

Javier Andreu, de La Frontera (59): “Los políticos van a por la pasta”

Las declaraciones de Sabina ¿están en límite del bien o en el límite del mal? El autor de aquel famoso himno de los ochenta les resta trascendencia: “Me da igual lo que diga. No creo que tenga importancia”. Andreu se define como “completamente escéptico” con la política. “Voto a la izquierda —dice—, pero todos van a por la pasta. Soy anarquista. Lo que me parece increíble es que haya trabajadores que voten a la derecha. Esa derecha que quiere quitar la Seguridad Social. Cuando vayan al médico y tengan que pagar un dineral como en Estados Unidos, quizá se lo piensen”.

Mercedes Ferrer (59): “Sabina le ha echado un par”

La cantante y compositora de canciones inolvidables como “El árbol de la magia” (1991) o “Tengo todas las calles” (1988) y voz en “Vivimos siempre juntos” (1996), de Nacho Cano, no solo coincide con Sabina, sino que piensa que ya estaba tardando alguien de su calibre en denunciar la situación política actual.

“Esto iba a pasar. No me ha sorprendido en absoluto. Estaba esperando que un Joaquín Sabina de la vida, con un par, lo soltase a bocajarro, porque ya era hora. Hay una enorme decepción de los sistemas políticos. Es un fracaso. La crisis ideológica nos iba a llegar. Hay que revisar los valores. La izquierda ha cometido un error y la derecha otro, y a partir de esos errores va a ser cuando la izquierda y la derecha se van a dar la mano”.

Ese “error” del que habla es la superioridad moral, asunto que incluso ha inspirado a Ferrer una de sus nuevas canciones (“Supremacía moral”). “Es la clave”, sostiene. “Tanto la derecha como la izquierda la han utilizado a placer, unos por exceso y otros por defecto. Ninguna de las dos tiene razón. Ninguna puede decidir sobre el bien y el mal. Ahí hay un problema muy grave que nos ha estado jodiendo la existencia a todos los españoles durante los últimos decenios”. Pese a ello, la artista madrileña mantiene “una fe enorme en la política”, dice. “Creo en el ser humano, y pienso que hay gente maravillosa. Si no fuese así, no estaría en el arte, sino en una entidad financiera ganando pasta”.

Alfonso Aguado, fundador de Los Inhumanos (62): “Todos cambiamos con el tiempo”

Al fundador de Los Inhumanos y La Banda del Capitán Canalla le parece más llamativo el escándalo que se ha organizado por las declaraciones que la propia frase de Sabina. “Siempre suelta boutades [ocurrencias], es un tío que no es políticamente correcto y por eso no me sorprendió. A lo mejor hoy piensa lo contrario. Me pareció bien, y ahora están todos los monjes de la progresía tirándole piedrecitas porque se le ocurrió decir eso. Si hubiera dicho que iba a votar a VOX, todavía. Pero solo porque ha dicho que se ha replanteado sus sueños de juventud… Nos pasa a todos. Con el tiempo vas cambiando, ya no eres el niño de 14 años que se enamoraba de una piedra. La gente cambia, y es lógico que él haya cambiado”. Cuenta que también evolucionó el cómico Gila. “Había sido comunista. Cuando le conocí, Gila tenía la edad de Sabina, y pasaba de todo”.

La juventud es la época de los sueños”, prosigue. “Nos ponen el conejo blanco y vamos todos los galgos detrás corriendo. Cuando te haces mayor, te decepcionas un poco de todo, porque ya has visto muchas carreras en el canódromo y te has dado cuenta de que detrás siempre hay un negocio. Las ideas originales están muy bien, empezando por el cristianismo: al principio a los mártires se los comían los leones por defender una doctrina; acabó convirtiéndose en parcela de poder y ahora son los obispos quienes se lo comen todo”.

Aguado asegura que no se siente ni de izquierdas ni de derechas. “Eso está anticuadísimo, es del siglo XIX. Hoy es mucho mejor dividir entre arriba y abajo, y yo soy de extrema arriba”, dice. “Los años ochenta terminaron con esas historias de progres. Pero se han reciclado. Estamos todos con las piedras para lapidar a todo el que se salga de lo establecido. Es un retroceso”.