Los últimos tres años han sido intensos para Extremo. Su idea era unirse para una última gira, pero la pandemia les puso la zancadilla varias veces, después surgieron discrepancias entre Robe y la promotora, llamada Live Nation (tienen, de hecho, un juicio pendiente), y en paralelo entre Robe e Iñaki Antón. Y hasta hoy: todo el mundo enfadado y cada uno por su lado. Por el camino, el biógrafo de los extremeños, Menéndez Flores, ya preparaba una actualización de ‘De profundis’, el libro que analizaba la carrera de los extremeños desde antes de Monfragüe y los buitres negros. Una nueva versión en la que Robe no ha querido participar, pero al que Iñaki (Uoho) se ha entregado, añadiendo imágenes y detalles jugosos. Hablamos con el periodista y escritor para que nos cuente el backstage de la versión oficial de su separación. '¡Mare mare mare no mate usté el pollo, que las gallinitas quieren matrimonio!'.
¿Qué traes nuevo en esta actualización de 'De profundis'?
La primera edición nació algo coja, ya que seis meses después de publicarse vio la luz el último disco de estudio de Extremoduro, ‘Para todos los públicos’. Y ahora hay un capítulo dedicado a ese disco. Por otro lado, Extremoduro ha cerrado por derribo, y era obligado ocuparse de su ruptura. También le he dedicado otro capítulo a la carrera en solitario de Robe e Iñaki (Inconscientes y Uoho). Iñaki además me ha relatado muchos detalles sustanciosos acerca de casi todas las canciones.
¿Podemos hablar ya de biografía definitiva?
Sí.
¿Cuál es la versión oficial de por qué se han separado?
Tras un comunicado oficial en su web en el que anunciaban la separación, ofrecieron una rueda de prensa en la que lo explicaron: el grado de sintonía que tuvieron en el pasado para poder hacer las grandes canciones que hicieron se había perdido.
¿Por qué lo han hecho de verdad?
Porque a Robe y a Iñaki se les rompió el amor, sin más.
¿Crees que conseguirán hacer las paces en algún momento?
Solo ellos conocen las verdaderas causas que les llevaron al divorcio. No obstante, han sido elegantes y han mantenido un relativo silencio sobre sus discrepancias. La reconciliación no es imposible, pero sí poco probable.
¿Es el mejor grupo español de rock de la historia?
Sinceramente, creo que sí. Por la calidad de su música y de sus textos, y por las enormes canciones que han dejado, que les sobrevivirán.
¿Dónde viven ahora?
Ambos llevan una vida familiar y tranquila. Iñaki reside en una localidad cercana a Bilbao con su mujer e hijos, y Robe vive con su mujer y se divide entre el País Vasco y su Plasencia natal, donde cada vez pasa más tiempo.
¿Extremoduro es más que Robe?
Sin Iñaki, las grandes canciones no serían las que son. Algunas existirían igualmente, pero distintas. Las canciones las ha compuesto Robe, pero el 'sonido Extremoduro' le debe muchísimo a Iñaki.
¿Robe hace siempre lo que le da la gana?
Su talento lo aupó a lo más alto, y desde que conoció el éxito y un público numeroso y diverso le dio su bendición, ha hecho siempre lo que le ha apetecido sin permitir intromisiones externas.
¿Cómo se conocieron?
A principios de los noventa, Extremoduro y el grupo en el que entonces estaba Iñaki, Platero y Tú, otro de los grandes nombres del rock español, coincidieron en un festival, y la sintonía entre ambos fue prácticamente instantánea.
¿Cómo se organizaban para componer los temas?
Robe siempre llegaba con un germen, una idea en bruto, y entre él e Iñaki la empezaban a desarrollar, a afilar, a aquilatar, hasta que ese esbozo se convertía en una canción con el sello del grupo.
¿Cómo fue la peor época con las drogas del grupo?
Las drogas fueron más en la época de Extremoduro en la que aún no estaba Iñaki, en los discos anteriores a ‘Agila’. Esa experiencia está en muchas de las letras de Robe, tratada de forma explícita a veces y otras no tanto. El lado salvaje forma parte del pasado, de los años de juventud.
¿Y los periodos de rehabilitación?
Llega un momento en el que las adicciones son incompatibles con el trabajo, y hay que elegir. Imagino que eso exige una gran fuerza de voluntad, un enorme esfuerzo, pero desde mediados de los noventa en adelante todo eso quedó fuera. Prueba de ello son los discos que han creado y las giras realizadas. Si hubieran dependido de las drogas no habrían podido sacar ese trabajo adelante, ni de coña.
¿Tu canción favorita?
‘La ley innata’, que es una larga canción fragmentada que conforma todo un disco.
¿La favorita de Robe?
Lo desconozco, porque siempre rehuyó contestar esas cuestiones. Pero más de una vez me dijo que sigue tratando de escribir la mejor canción, y eso significa que sus últimas composiciones son las que más le interesan.
¿Y de Uoho?
Me consta que siente una especial debilidad por el disco ‘Yo, minoría absoluta’. Y también ‘Si te vas’, incluida en ‘Material defectuoso’.
"Ahora quieren saber de qué color meo o con qué mano me la meneo, ya antes pasaban de mí, pero soy el mismo. ¿Qué es lo que me ha pasado a mí con el éxito? Más bien que es lo que les ha pasado a ellos, que son los que han cambiado", dijo Robe. ¿Cuánto más pasa de los medios, más mito?
Es evidente que el silencio con el que Extremoduro ‘castigó’ a los medios de comunicación durante una década, a partir del éxito de ‘Agila’, los convirtió en una rareza altamente seductora para el público y los periodistas. Ese silencio los envolvió en un halo de misterio y se convirtieron en carne de especulación. De ellos han llegado a contar, por puro desconocimiento, cosas del todo delirantes.
¿Cómo es su relación con los medios ahora?
Ese veto acabó. Robe se ha abierto, y con sus discos en solitario hace presentaciones, ruedas de prensa y entrevistas. E Iñaki igual, tanto con Inconscientes como ahora con Uoho. Lo que ocurre es que aquel largo silencio, por insólito, aún resuena en los oídos de la gente. Porque moló mucho, las cosas como son. Fue un gesto de chulería máxima.
Robe bautizó su rock como "transgresivo": ¿qué quiso decir con eso?
Apeló al mismo significado de la palabra: quebrantar, violar lo establecido. Extremoduro irrumpió en la escena con un sonido y una poesía novedosos, personalísimos. Se alejaron de las fórmulas al uso y sus canciones eran largos desarrollos con constantes cambios de ritmo y sorpresas. Y en los textos, nadie se había expresado antes con un discurso tan feroz y poético. Lo mantengo: el rock transgresivo es una mezcla de poesía y nitroglicerina.
Robe escribió la novela ‘El viaje íntimo de la locura’ y parece que le gustó mucho. ¿Qué supuso ese libro?
Para la carrera de Extremoduro, nada. Es un trabajo al margen, que a Robe le proporcionó tanto placer como sufrimiento, y le vino bien en un momento en el que la inspiración lo había abandonado. Para desconectar y estar centrado en algo.
¿Quién fue 'Evaristo, el rey de la bajara'?
Nadie en concreto, o muchos a la vez. No obstante, no hay que buscar en todas las canciones elementos autobiográficos, incluyen altas dosis de ficción.
¿A quién llaman 'so payaso'?
Lo mismo que la respuesta anterior.
¿Los jóvenes siguen tocando a Extremo en los garajes?
Sí. Extremoduro sigue vivo a través de sus canciones, y como los grandes grupos, han conseguido hermanar a distintas generaciones.
¿Viejos rockeros nunca mueren?
Pues hay de todo. Creo que ese espíritu rebelde, disidente, se mantiene de alguna manera, aunque se manifieste de un modo distinto. Pero la vida, a medida que vas cumpliendo años, te resitúa, te cambia. Y a los rockeros también.