En cuanto una canción sale del estudio, su interpretación deja de pertenecer únicamente a su creador. Un hecho que hace que muchas veces siga la línea que este pensó para ella, pero que otras tantas tome justo la dirección contraria. Por ello, indagar en lo que hay debajo de cada letra nos puede ayudar a entenderlas mejor y sacar nuevos significados.
Al periodista Jorge Decarlini le apasiona esa investigación. Cuando le pararon sus colaboraciones en medios durante el confinamiento de 2020, comenzó una serie de hilos en Twitter en los que explicaba la historia de muchas canciones que le gustaban. Y, lo que en un principio fue puro entretenimiento, ahora se ha convertido en el libro 20 canciones (Libros del KO).
Una obra en la que su autor explica la historia, los secretos y las leyendas detrás de una veintena de canciones de lo más variopintas. The Beatles, Nirvana, Joan Manuel Serrat, Joan Baez y The Cranberries, entre otros, se dan cita para descubrir al lector canciones que no conocía o nuevas interpretaciones de aquellas de las que se sabía toda la letra.
Un ejemplo claro de que las canciones pueden ser interpretadas de manera totalmente opuesta a como fueron pensadas es la famosa canción de Bruce Springsteen 'Born in the USA'. Y eso que su letra es una clara crítica a la situación en la que quedaron los veteranos de la guerra de Vietnam.
“El autor fue muy receptivo a esas historias. Por ello, entrevistó a mucha gente y leyó mucho al respecto. Eso le llevó a parir esta canción en la que un soldado estadounidense volvía de la derrota y su vida tomaba unos derroteros muy malos”, cuenta el periodista a Uppers.
Sin embargo, a Ronald Reagan le gustó el estribillo y la comenzó a usar en sus mítines. Y, aunque el cantante luchara contra ello y mostrase su contrariedad, no sirvió de mucho. “Hay una parte de la población que nunca hará caso a la letra. Y muestra de ello es que 40 años después ha sonado en mítines de Trump, pese a que le criticara y le llamara estúpido. Por más que lo intentó, no dejó de sonar. Algo que pasó también con la canción 'Rocking in the free world'. Es otro método más de manipulación”, explica.
Aunque en 'Ojalá' Silvio Rodríguez cante claramente a un amor, a esta letra siempre se le ha intentado buscar otros significados. Algo que, como dice Jorge Decarlini, les pasa a todas las canciones famosas. Así, por ejemplo, en su día muchos fans defendieron que la frase de ‘a tu viejo gobierno de difuntos y flores’ estaba dedicada a Fidel Castro, a Pinochet o a Franco. “Aunque por tiempos fuera imposible”, sostiene el autor.
También hace unos años surgió una nueva lectura sobre la canción. Si uno escucha bien, en vez de ‘un disparo de nieve’, Silvio Rodríguez canta ‘un disparo de nievi’, lo que dio alas a sus seguidores para crear un nuevo bulo sobre esta.
“En internet se especuló con que ‘nievi’ fue el apodo que tenía Vaisi Záitsev, un francotirador soviético que mató a muchos nazis en la II Guerra Mundial. Este soldado existió, pero por más que he buscado no he encontrado ninguna evidencia de que le pusieran ese apodo”, cuenta Jorge Decarlini.
Tanto fue el revuelo creado al respecto que preguntaron al propio Silvio Rodríguez en una entrevista. Él, que conocía la teoría, zanjó el tema diciendo que fue “un invento de alguien”. Y añadió riéndose: “Ese es uno de los extraños vicios que ha creado la web. Que cualquier idea, por tonta que a veces sea, crea una cadena y la gente la sigue”.
Paula Seminara es la mujer en la que Joaquín Sabina se basó para componer 'Dieguitos y Mafaldas'. Por eso, cuando Jorge Decarlini se puso a investigar sobre la canción, pensó que lo mejor era acudir a la fuente principal. Es decir, a ella.
En este caso, más allá de una investigación, el lector de 20 canciones se acerca a la letra de la mano de su musa, quien fue la pareja del cantante durante un tiempo. “Voy comentando la letra con ella verso a verso, lo que me permitió ver la canción que pudo haber sido. La versión cero. También hablamos de su biografía y del romance que tuvo con el cantante”, sostiene el periodista.
Así, se va abriendo una nueva canción en la que se explica tanto su relación como los argentinismos que aparecen en ella. Como la parte de ‘González Catán / en colectivo / a la cancha de Boca’: el primero hace referencia el barrio donde vivía Paula Seminara; el segundo como se conoce al autobús en Argentina; y la cancha de Boca es el campo del equipo de fútbol de Boca Juniors, del que ella es fanática.
O la licencia poética que se tomó Sabina en la frase de ‘veinte vidas hubiera yo tardado en contar los lunares de su espalda’. Como cuenta la propia Paula Seminara, tiene muchos lunares, pero justo en la espalda no tantos.
En 'Qué no daría yo', Rocío Jurado canta a su infancia y juventud. A volver a pasear por la arena blanca de la playa, a volver a ser esa niña que llega tarde a casa, al cine de verano donde le dieron el primer beso, a vestirse de faralaes y pasear la feria.
Por ello, resulta curioso saber que esa canción fue escrita por Jose Luis Perales, un hombre de Cuenca que no la conocía. Algo que, como dice Jorge Decarlini, también sorprendió a la mismísima Rocío Jurado, ya que “contaba muy bien la infancia de una joven de Chipiona”.
Pero lo más reseñable de esta canción es que el ritmo y la letra que triunfó, la que siempre se ha cantado, nunca llegó a grabarse en estudio. Basta poner el título en Youtube y ver que las entradas mejor posicionadas son las del directo.
Esto se debe a que cuando la grabaron, el ritmo no convenció a la cantante. Así que en directo lo cambiaba por bulerías. “Ella cantaba la letra por bulerías en casa y reuniones familiares, y a todos les gustaba mucho. Así que en espectáculo de Azabache de la Expo de Sevilla del 92, la cantó de esta manera. Una versión que nunca llegaría a grabar en estudio, pero que es la más conocida por sus fans”, finaliza el periodista.