Iron Maiden, un poeta y la guerra de Crimea: la historia detrás del clásico metalero 'The Trooper'

  • Hace cuatro décadas se lanzaba uno de los singles de metal más reconocibles de todos los tiempos: 'The Trooper'

  • El ritmo trepidante de la canción de Iron Maiden y su característica iconografía esconden la historia de uno de los mayores desastres bélicos

  • El episodio, conocido como la Carga de la Brigada Ligera fue el motivo de un popular poema del célebre Alfred Tennyson

Hay dos cosas que le gustan a cualquier aficionado al heavy metal inglés: la épica y la cerveza. De hecho, hace diez años los fans de Iron Maiden vieron confluir ambos elementos cuando la banda lanzaba al mercado la birra 'The Trooper' -ahora mismo se comercializa la edición especial por el décimo aniversario - con la célebre estampa de Eddie, el esqueleto/momia característico de los Maiden, en la etiqueta.

'The Trooper' es, por supuesto, uno de los grandes clásicos del metal de todos los tiempos: 252 gloriosos segundos de pura cabalgata adrenalínica narrada en primera personas por un 'soldado de asalto' inglés que se enfrenta a la muerte antes los rusos. Esa es la parte épica. También hay su parte lírica. Pero primero lo primero.

El 25 de octubre de 1854 se produjo una de las acciones más desastrosas del Ejército Británico en el marco de la llamada Guerra de Crimea, que enfrentó al Imperio ruso y el Reino de Grecia contra una liga formada por el Imperio Otomano, el Reino UnidoFrancia y el Reino de Cerdeña. (Para que te hagas una idea: son los mismos territorios que a día de hoy se siguen disputando Rusia y Ucrania). Ese fatídico día (para los ingleses) la Brigada Ligera  formada por el 4.º y el 13.º Regimiento de Dragones Ligeros, el 17.º Regimiento de Lanceros, y el 8.º y el 11.º Regimiento de Húsares, a las órdenes del general Lord Cardigan, recibió la supuesta orden de conquistar los cañones enemigos.

Supuesta, porque lo que ocurrió allí fue en realidad un auténtico teléfono escacharrado entre los diversos mandos superiores, que además tenían rencillas entre sí, y los mensajeros. O sea que no se entendieron o no se quisieron entender las órdenes correctas y de resultas los 673 hombres al mando de Cardigan cargaron contra una posición rusa... que no era. Y no solo eso, la que atacaron estaba fuertemente custodiada por cañones y demás artillería a ambos flancos de un estrecho paso. Como consecuencia, más de 400 'troopers' fueron despedazados por los rusos que, de hecho, en un momento pensaron que los ingleses estaban borrachos. O locos.

Y ahora la lírica

La que ha pasado a la historia como La carga de la Brigada Ligera, uno de los episodios más terribles, indignantes y bochornosos para el orgullo inglés fue casi de inmediato materia de escándalo en el Parlamento británico. Se sucedieron las acusaciones mutuas por parte de varios mandos pero el episodio, curiosamente, se convirtió en el imaginario popular en un motivo de orgullo. Y parte de ellos se debió a que apenas dos meses después de ocurrido, el poeta laureado, ya célebre como una rock star, Alfred Lord Tennyson, impresionado por el relato de la Carga leído en el periódico, compuso un poema que se volvió inmensamente popular. Es este:

La carga de la brigada ligera

Alfred Tennyson

“¡Adelante, Brigada Ligera!”

“¡Cargad sobre los cañones!”, dijo.

En el valle de la Muerte

cabalgaron los seiscientos.

“¡Adelante, Brigada Ligera!”

¿Algún hombre desfallecido?

No, aunque los soldados supieran

que era un desatino.

No estaban allí para replicar.

No estaban allí para razonar.

No estaban sino para vencer o morir.

En el valle de la Muerte

cabalgaron los seiscientos.

Cañones a su derecha,

cañones a su izquierda,

cañones ante sí

descargaron y tronaron.

Azotados por balas y metralla,

cabalgaron con audacia

hacia las fauces de la Muerte,

hacia la boca del Infierno

cabalgaron los seiscientos.

Brillaron sus sables desnudos,

destellearon al girar en el aire

para golpear a los artilleros,

cargando contra un ejército,

que asombró al mundo entero:

zambulléndose en el humo de las baterías

cruzaron las líneas.

Cosacos y rusos

retrocedieron ante el tajo de los sables.

Hechos añicos, se dispersaron.

Entonces regresaron, pero no,

no los seiscientos.

Cañones a su derecha,

cañones a su izquierda,

cañones detrás de sí

descargaron y tronaron.

Azotados por balas y metralla,

mientras caballo y héroe caían,

los que tan bien habían luchado

entre las fauces de la Muerte

volvieron de la boca del Infierno.

Todo lo que de ellos quedó,

lo que quedó de los seiscientos.

¿Cuándo se marchita su gloria?

¡Oh qué carga tan valiente la suya!

Al mundo entero maravillaron.

¡Honrad la carga que hicieron!

¡Honrad a la Brigada Ligera,

a los nobles seiscientos!”

(Traducción publicada por Zenda Libros)

Coda

Un siglo después el bajista de los Maiden, Steve Harris, fascinado por la historia, decidió hacer su propio homenaje a los soldados de asalto de La Brigada Ligera. Se inspiró en el poema de Tennyson, claro, aunque le imprimió a su versión un carácter más trágico y menos heróico. El resto son riff impecables, baterías marchantes y la voz de Bruce Dickinson (que de hecho, suele introducir la canción citando algunos versos del poema de Tennyson) narrando la debacle.