José Luis Perales es uno de los cantautores de habla hispana más queridos en todo el mundo, y así lo demuestra su larguísima carrera y su público, que no le ha retirado nunca el apoyo desde que sacó su primer disco en 1975 por insistencia de su primer productor, Rafael Trabuccelli. Él solo quería componer, decía. Bendito disgusto el que le dieron obligándole a cantar.
El cantante colgó los hábitos y anunció su retirada en 2019 un mensaje que entristeció a todos (y eran muchos) los que querían seguir viéndolo sobre un escenario. “Ya es hora de volver a casa; me convenzo y estoy encantado de volver. Es verdad que me ha dado mucho esta profesión”, anunció en su despedida. “El reconocimiento y cariño de la gente”.
Un auténtico todoterreno de la balada, que no ha dejado de cantar y componer grandes temas melódicos desde sus inicios, hace casi cinco décadas. Hoy queremos contarte algunas curiosidades sobre su vida y su carrera que quizá no conozcas.
La carrera del cantante iba encaminada hacia horizontes que nada tenían que ver con la música, como demuestran sus propias declaraciones al respecto. Nunca fue un alumno aplicado. Confiesa que estudiaba lo justo para que no le retiraran la beca de estudios que había conseguido. De niño había estudiado solfeo, y se marchó a Sevilla muy joven para estudiar electrónica, dejando el laúd atrás (ni guitarra ni piano, ese fue su primer instrumento).
Terminó viviendo en Madrid, donde ejerció puntualmente como electricista mientras tejía su otro sueño: la música, componer letras inolvidables, una faceta de su carrera musical de la que puede presumir por partida doble: lo validan sus éxitos, incontestables, pero es que también ha compuesto para otros algunas de las canciones más memorables del cancionero español.
Puede decirse que Y cómo es él es un monumento, una de esas canciones que ya forman parte de nuestro relato cantado (y común). Hay giro, uno muy parecido al de su obsesión por componer y nada más que componer. La escribió para Julio Iglesias, y por distintos azares, acabó quedándosela él para su repertorio de éxitos.
Al cantante siempre se le asocia con algunas de las grandes baladas del imaginario colectivo, esos temas que se cantan en todas las fiestas de guardar para llevar la emoción a su punto más alto.
Con todo, sus verdaderos inicios los tuvo en The Lunic Boys, un conjunto de rock. Ensayaban en un cuartito estrecho que les habían cedido los curas de la Universidad Laboral. Según ha contado, todos eran manitas en la banda. Llegaron a construirse sus propias guitarras.
La primera productora para la que trabajó hizo gala de una sinceridad violenta con el cantautor. Les costaba verle la gracia en un escenario. "No tienes una gran voz y no eres un galán de cine". El cantante tampoco debió de oponer mucha resistencia al principio a esta sinceridad franca, ya que estaba totalmente centrado en tener un perfil bajo; entre bambalinas, como quien dice.
“Mi única aspiración es que alguna de las grandes voces de la época pudiera llegar a interpretar una canción mía". Ni la productora tenía razón, ni tampoco el compositor de algunos de los temas más conocidos de Fórmula Quinta, Juan Bau, Tartesos, Lola Flores, Rocío Jurado, José Feliciano y tantos artistas que se han valido de su talento para componer canciones inolvidables.
Perales tiene alma de cantautor, pero no es su única pasión. Se confiesa “admirador de la belleza”, lo que le ha llevado a participar en distintas excavaciones y a integrar el grupo de recuperación del mosaico figurativo de Noheda. Siempre agradecido y educado con quien le concede la gracia de ofrecer su experiencia y conocimiento, tuvo palabras de afecto para los responsables del yacimiento. "Tener esta maravilla a 30 kilómetros de mi pueblo, no me lo podía perder. Han sido muy generosos conmigo al dejarme trabajar aquí".
No es que la anécdota sea precisamente desconocida para el aficionado a los requiebros en la vida del cantante. Se ha repetido tanto con el paso de los años que resulta una obviedad contarla. A Perales se la siguen recordando a menudo cuando le piden que hable de su vida. El cantante, que ha visto de todo a lo largo de su carrera, nunca lo ha confirmado, pero son varias las voces, como hizo Pablo Carbonell en su libro 'El mundo de las tarántulas', quienes lo cuentan: según parece (o así se ha contado como si fuera cierto), el narco más famoso de Colombia le pidió que cantase para él Y cómo es él en una fiesta.
La cosa no acabó ahí. Cada vez que interpretaba la canción, Perales recibía mil dólares encima de la mesa. A la décima, se negó. Dicen que Pablo Escobar le enseñó entonces su pistola, y que Perales repitió el tema hasta cinco veces más. Como hemos dicho, Perales no ha hablado del tema, pero sí lo hizo el que fuera su representante José Navarro 'Berry' en La Vanguardia: "Algo de eso pasó, pero es una cosa que se ha ido desvirtuando con los años y no es como se cuenta. Parece ser que hace no menos de 40 años participó en una fiesta privada donde cantaba él con más artistas -prefiere no dar nombres- y no tiene ni idea si Pablo Escobar estaba allí presente o ni siquiera si la casa era suya".