Paul McCartney y la increíble historia de cómo acaba de recuperar su bajo favorito, perdido hace 51 años

  • Adquirido en Hamburgo por unas 30 libras, el clásico Hofner 500/1 de McCartney lo acompañó durante toda la etapa de los Beatles

  • Tras la separación de la banda, sin embargo, el instrumento se perdió y llevaba desaparecido desde principios de los 70

  • En 2018 comenzó una búsqueda oficial a través de The Lost Bass Project en la web y hace solo unos días aparecía finalmente el instrumento

Quedaba feo eso de 'Proyecto del Bajo Robado', pero en realidad eso fue lo que ocurrió. Según el propio McCartney, su primer Hofner 500/1, comprado en Hamburgo en 1961, fue sustraído de una furgoneta que trasladaba material de la entonces ya desintegrada banda, la noche del 10 de octubre de 1972 y en pleno barrio de Notting Hill. Lo tenía clarísimo, vamos. Lo que nunca llegaron a descubrir fue la identidad del ladrón y el destino del instrumento 'con forma de violín' más famoso de todos los tiempos. Por cierto, la razón por la que no has dejado de ver al músico con 'el mismo' bajo en todos estos años, es porque ha usado muchos a lo largo de su carrera, quizás como un homenaje a ese viejo compañero desaparecido.

Bassman

Cuenta la leyenda que Paul McCartney tocaba el bajo en los Beatles de rebote: nadie más quería hacerlo. De hecho, como le dijo a Pete Doherty en una entrevista, a finales de los 50 muchos pensaban que "el bajista era el perdedor de la banda, normalmente el tipo gordo que se pone detrás de todos... Y yo lo que quería era estar al frente'. Y vaya si lo hizo. Ni siquiera tuvo que dejar de ser el bajista para hacerse con el poder dentro de la banda. De hecho, solo hay que ver el documental 'Get Back' de Peter Jackson para darse cuenta de quien era el boss en el estudio. Como sea, con el tiempo no solo aprendió a apreciar el instrumento, sino que compuso algunas de las 'líneas de bajo' más emblemáticas de la música ("Come together" solo puede ser con ese bajo inicial) y para finales de los 60, durante el concierto de la azotea, McCartney llevaba en su Hofner 500/1 una orgullosa pegatina con la palabra 'bassman' o 'bajista' que quedó inmortalizada en las grabaciones.

Reencuentro

Ese mismo Hofner es el que ha permanecido desaparecido durante los últimos 51 años.Y el que ha vuelto, finalmente, a manos de su célebre dueño. Así lo ha confirmado la propia web The Lost Bass Project (Proyecto del bajo perdido), una iniciativa que Nick Wass, un ex comercial y diseñador de guitarras eléctricas que trabajaba para Höfner, y el matrimonio de periodistas Naomi y Scott Jones, iniciaron hace seis años. "Tras la cobertura mundial de la búsqueda por parte de la prensa y los medios de comunicación, se recibieron las primeras pistas útiles -aseguran los responsables de las pesquisas-. Actuando en base a esto, el equipo podría comenzar a identificar exactamente qué sucedió con el bajo robado. Recibimos más de 100 clientes potenciales y sugerencias sobre el bajo perdido y más de 600 personas se comunicaron con nosotros para ofrecernos su ayuda".

Así, los detectives del abjo, llegaron a obtener información sobre el robo real ocurrido en 1972: "Rápidamente nos dimos cuenta de que esta información correspondía exactamente con una historia que habíamos recibido en un correo electrónico sobre el robo del bajo. Con un poco de trabajo de detective pudimos descubrir exactamente quién había robado el bajo. Y además de esto, obtuvimos información sobre lo que hizo el ladrón con el instrumento: se lo vendió a Ronald Guest, el propietario del pub Admiral Blake en Ladbroke Grove, Londres". El pub, en activo desde 1935, había sido demolido en 2012 para construir un proyecto de viviendas, pero los investigadores se quedaron con el apellido de su propietario.

A medida que avanzaban las pesquisas la campaña se hacía más notaria, con artículos en los grandes medios británicos que hablaban de como se iba estrechando el cerco en torno al extraviado instrumento. Y fue entonces que, por iniciativa propia, Ruaidhri Guest, tun estudiante de cine admitió tener en su poder el bajo que había 'heredado' de su familia y se ofreció a devolverlo.

Acaba así una 'separación' de más de medio siglo que ha tenido un final feliz. Tanto la marca Hofner como el propio McCartney han verificado que se trata del instrumento robado y, aunque este está en condiciones 'regulares' -el puente está modificado y presenta algunos daños- dicen los responsables de la búsqueda que se podrá reparar y que, quien sabe, tal vez aparezca empuñado por McCartney en futuros conciertos.