Drogas, rencillas y rock and roll: la historia no siempre feliz de los Ramones

  • Marky Ramone, el ex baterista de los Ramones, ha anunciado gira para abril a sus 71 años

  • Marky es el único sobreviviente entre los miembros 'clásicos' de la banda que revolucionó el rock en los 70

  • La enfermedad, la heroína y la tragedia se cebarían con la banda que lideró, casi a pesar de sí misma, el punk neoyorkino

Nunca en la historia de la música se hizo tanto con tan poco. A mediados de los 70, tres acordes mal encajados les bastaron a los Ramones para cambiar -se dice pronto, pero no hay pizca de exageración- nuestra concepción del espectáculo. Por no hacerles falta, no les hacía falta ni hablarse entre ellos. Johnny y Joey, eran de derechas y de izquierdas, respectivamente, y durante buena parte de la historia del grupo no se dirigían la palabra. Aún así, se las ingeniaron para sabotear, sin posturas intelectuales de por medio, muchas de las convenciones de una industria que, eso sí, les devolvió el mismo desprecio.

Como todo el mundo sabe, el punk nació en un barrio de clase obrera de Lima, Perú, en 1965. Sin embargo, está claro que la confluencia del sonido de garage, la actitud antisistema (y casi antimusical), y la proyección de una escena como la del Nueva York de 1974, eran imprescindibles para generar un movimiento que trascendería el rock and roll para convertirse en un fenómeno cultural. Y en ese sentido los Ramones fueron fundamentales. Formado en Queens por chavales que se conocían del colegio o del barrio, la formación original estaba integrada por Jeffrey Hyman, John Cummings y Douglas Colvin y Thomas Elderyi, cuyos nombres no os dirán mucho pero si hablamos de Joey Ramone, Johnny Ramone, Dee Dee Ramone y Tommy Ramone, la cosa cambia. 

Hey, ho, lets go!

La fórmula no podía ser más simple: temas de menos de tres minutos, letras minimalistas hasta el non sense, batería en clave guerra relámpago y una puesta en escena que se volvería legendaria tanto por la indumentaria (vaqueros pitillos, chupas de cuero, zapatillas) como por la postura (llamada por algunos 'el guerrero' y que consistía básicamente en pararte con las piernas muy abiertas, una más adelantada que la otra, como si fueras a patear a alguien en la cara, y que hacía que la guitarra de Johnny quedara colgando por debajo de la ingle).

Los Ramones -cuyo célebre apellido viene del nombre 'Paul Ramone', que usaba Paul McCartney como pseudónimo para registrarse en los hoteles- debutaban en 1974 y no sacarían su primer álbum hasta 1976. Poco después, ese mismo año, pasaron por Londres dejando huella entre los líderes de otras bandas emergentes como Sex Pistols o The Clash.

Empezaban los años dorados del punk anglo (después, todo quedó en vender camisetas, pero esa es otra historia) mientras las desavenencias políticas de los líderes de la banda empezaban a hacer mella. En 1977 Tomy deja la banda para convertirse en manager y en su reemplazo entraría Mark Bell, Marky Ramone, quien se quedaría en el puesto hasta la disolución definitiva del grupo, en 1996.

Una serie de catastróficas desdichas

Primero Johnny 'le robó' la novia a Joey y terminó casándose con ella. Algo que no hizo más que empeorar la escasa relación que había entre ambos. La banda, sin embargo, seguiría dando conciertos y acrecentando su leyenda al mismo tiempo que eran comidos por los números: como si la vida estuviera respondiendo a su actitud antisistema, los Ramones era cada vez más legendarios y cada vez más pobres. Sus discos nunca fueron grandes éxitos comerciales y nunca llenaron por sí mismos grandes estadios. ¿Coherencia? Puede ser.

A mediados de los 90 Joey fue diagnosticado con linfoma, a pesar de lo cual siguió girando con la banda hasta el final. Moriría en 2001 mientras escuchaba, dicen, el tema 'In a little while' the U2. Johnny, por su parte, fue diagnosticado poco después con cáncer de próstata y moriría en 2004 en su rancho de Los Angeles. Se dice que sus familiares y amigos (entre los que no había ningún miembro de la banda que lo había hecho famoso) se quedaron alrededor del cuerpo hasta que vieron la noticia de su muerte por la tele.

Dee Dee Ramone, por su parte, después de probar con diversos géneros musicales como el rap, volvió a sus raíces punkis y hasta escribió un libro, 'Legend of a Rock Star, A Memoir: The Last Testament of Dee Dee Ramone', escrito mientras estaba de gira en Europa en 2001, aunque nunca pudo verlo publicado: fue hallado muerto por sobredosis de heroína en junio de 2002. En su lápida puede leerse el verso: "Me siento muy seguro volando en un rayo en los más altos senderos de arriba", tomado de una de sus canciones con la banda.

Marky, queda dicho, sigue girando y tocando canciones de su etapa con los Ramones y el próximo abril estará en ciudades como Logroño y Murcia.