En nuestra realidad, Los Planetas es un grupo de tíos. Pero en un mundo paralelo, digamos que a mediados de los 90, forma parte de la banda una chica de pelo oscuro que toca de espaldas al público en todos los conciertos. Hay gente que todavía recuerda a May Oliver, la bajista 'desaparecida' de la primera formación de la banda. Muchos de esos primeros fans la recuerdan, incluso, con nostalgia. Eso de 'desaparecida' es relativo, claro. Probablemente para ella misma seguir en la banda hubiera significado 'desaparecer'.
Las razones por las que algunos músicos deciden dejar sus bandas son inextricables. En muchos casos simplemente son decisiones que tienen que ver con la personalidad de cada uno. La historia oficial dice que el 22 de septiembre de 1996 tras un concierto en el festival BAM de Barcelona, bajo una lluvia torrencial, May Oliver decidió abandonar el grupo. ¿Por qué? Ella misma ha dado su propia versión en una de las pocas entrevistas que concedió tras su alejamiento. “Yo llevaba un montón de tiempo diciendo que me iba, pero no lo tenía claro porque era como dejar a un novio al que quieres mucho. Estábamos quemados del todo, los conciertos eran una mierda, el grupo controlaba mi vida, necesitábamos descansar, pero estábamos dentro de la rueda, con la compañía de discos y la de management muy encima. Un buen día, poco después, y tras un concierto que dimos en un pueblo de Almería, lo dejé. Hay cosas que no sabes por qué las haces. De repente, lo ves claro y dejas a algo o a alguien”, le dijo a el escritor Jesús Llorente, autor de 'Los Planetas. La verdadera historia' (Ediciones Rockdelux, 1999).
En otros casos, el alejamiento se debe a la falta de sintonía con la banda. Son los que 'no estaban destinados' a alcanzar el éxito con sus compañeros. El caso más célebre de la historia del rock es el de Pete Best, el primer baterista de los Beatles, que no pudo llegar al bolo un día de 1962 y fue reemplazado por el baterista de otra banda, Rory and the hurricanes, un tal Ringo Starr. Moraleja, según Paul McCartney: "nunca faltes a un día de trabajo y, sobre todo, no dejes que Ringo se siente en tu silla".
Otros como uno de los fundadores de U2, el guitarrista Dick Evans -hermano de The Edge, para mayores señas- fueron 'despedidos' con rotundidad pero con gracia: le hicieron un concierto de despedida en el que él mismo performó su salida caminando lentamente fuera del escenario. Los cuatro miembros restantes alcanzaron el éxito poco después.
Keith Levene dejó The Clash para hacer una banda con Johnny Rotten, de los Sex Pistols... justo antes de que los Clash grabaran su primer disco y tomaran la posta de os Pistols como abanderados del Punk. Guns N’ Roses se llamaron así por Axel Rose, pero también por Tracii Gun, quien decidió dejarle su nombre a la banda y largarse un año antes de que grabaran el 'Apettite for Destruction'. El resto es Historia (sin Gun).
Eric Stefani, por su parte, creó una banda en la que coló a su hermana Gwen. Estuvo con ellos en sus primeras grabaciones e incluso fue el artífice del disco 'Tragic Kingdom' con el que los No Doubt alcanzarían la fama... ya sin él. Trágico.
Son muchos los casos 'sangrantes' de abandono justo antes de la fama, el dinero y la gloria. Otro de los más recordados es el caso del mítico Syd Barret, fundador y líder de los Pink Floyd, que simplemente enloqueció. Y aunque nunca fue diagnosticado, muchos atribuyen su deterioro mental -esquizofrenia, psicosis- al consumo sostenido de LSD y otras sustancias. La banda le dedicaría himnos como 'Shine on you crazy diamond' o 'Wish you were here'. Larga vida a los héroes caídos.