Durante la primera década del milenio, Ricky Martín seguía capitalizando el enorme éxito de su álbum debut en inglés. Esto es que seguía viviendo la vida loca, bebiendo de la copa de la vida y bailando con María que es blanca como el día, pero es veneno si te quieres enamorar. La procesión, como siempre, iba por dentro. De hecho, por iba dentro del armario hasta 2010, cuando el cantante decidió vivir abiertamente su identidad sexual quitándose seguramente un enorme peso de encima. Las cosas fueron mejor entonces, pero al intérprete le quedaba aún un escollo por superar: aprender a decir basta.
En una de las mesas redondas que organiza habitualmente The Hollywood Reporter -y en la que participaban comediantes de la talla de John Goodman, Kelsey Grammer o Anthony Mackie- el portorriqueño confesaba la vez en que tuvo que 'bajarse del escenario'. "Estaba en Australia, nos quedaban dos semanas de gira y terminábamos... Teníamos que volar a Argentina y entonces dije 'Si me subo a ese avión a Argentina voy a colapsar'". El cantante continuó explicando como su decisión de cancelar cogió por sorpresa a todo su equipo. "No se lo podían creer, me decían 'ya casi terminamos, solo son dos semanas'... y yo les dije 'No, escúchenme, no me están entendiendo, si no me voy a casa ahora esto puede acabar realmente mal'.
Lo que el cantante intentaba explicar a su equipo es que había llegado a un punto de extenuación que le impedía ya ser el mismo. Llevaba toda una década diciendo que sí a todo, "complaciendo a todo el mundo" y había hecho 200 conciertos solo en los dos últimos años. Semejante volumen de presión simplemente hace que colapses. "Llegó un punto en que no disfrutaba lo que hacía, ni de la música, ni de la gente... Tocábamos a estadio lleno, los fans eran increíbles... y yo simplemente estab triste, deprimido. Así que ese día simplemente dije: 'chicos, me tengo que ir a casa, y tengo que hacerlo ahora mismo' y fue la mejor decisión que he tomado en mi vida", aseguró.
Respecto al costo que supone para un artista de su talla cancelar parte de sus giras, Martin ha dicho que lo que ocurrió le costó 'un montón de dinero'. "Pero era mi salud, mi salud mental y mi salud física. Es la razón por la que puedo estar aquí ahora", sostuvo.
En los últimos tiempos, otras celebrities sometidas a la terrible presión de mantenerse 'vigentes' han hablado sobre lo liberador que resulta permitirse decir 'no. Es el caso de Jon Hamm, el célebre Don Draper de 'Mad men' que también explicaba hace poco que saber detenerse ha sido una de las lecciones de vida que le hubiera gustado aprende antes.