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Cuando pensábamos que el Bernabéu ya había servido suficientes eventos en la temporada, después de los históricos conciertos de Bruce Springsteen y Taylor Swift, quedaba la sorpresa de Karol G. La colombiana ha logrado cerrar el estadio con el cartel de lleno cuatro noches consecutivas, una proeza al alcance de pocos artistas.
El segundo de los conciertos de la cantante traía sorpresa: una colaboración con Amaia Montero, que llevaba un tiempo alejada de los escenarios. La estrella colombiana y la exvocalista de La Oreja de Van Gogh han cantado juntas 'Rosas', un tema con una especial significación para Karol G., cuyos seguidores son conocidos como 'la marea rosa'.
Montero apareció en el escenario aclamada por miles de vítores, cámaras en alto y un corode excepción: todo el estadio cantando la que para muchos es la mejor canción de la banda y una de las mejores del pop en español. Como todas las obras maestras, su composición fue la combinación de varios factores de suma, empezando por el momento en que la cantante conoció a Pablo Benegas, líder de La Oreja de Van Gogh.
Pablo Benegas no conocía a Amaia personalmente, aunque las familias sí se conocían. "Sus amigas la animaron a cantar durante una cena, pero a ella le daba muchísima vergüenza e incluso pidió que apagaran las luces. A veces da más miedo cantar frente a una mesa de diez personas que ante un estadio lleno", explicaba el músico en una entrevista para Uppers.
Sin embargo, tras vencer la vergüenza inicial, logró encandilar al grupo. "Fue increíble cómo cantó aquel día. Una pasada. Me emocionó mucho así que la invité a ensayar con nosotros y, aunque le daba vergüenza, se animó a venir. Tuve que insistir, me costó que se pusiera al teléfono, pero al final decidió venir y probar. Conectamos de inmediato y ahí empezó todo", resume Pablo Benegas. Ese 'todo' que marcó toda una época en el pop español.
Compuesta por Xabi San Martín y producida por Nigel Walker, la canción es la historia de un duelo sentimental: una chica que no termina de asumir la ruptura con su novio. Mientras recuerda cómo se conocieron y cómo vivieron su amor, espera que en algún momento la historia se retome, algo que también sucede en las fases centrales del duelo, cuando aparecen ciertos sentimientos de esperanza.
Como otras grandes canciones, el tema es una oda a las historias que no pudieron ser, las que no están tocadas por la realidad y, por tanto, son siempre las más queridas.
Se mantuvo una semana en lo más alto de la lista de Los 40, del 22 al 29 de noviembre de 2003, apenas dos meses después de su publicación, y tuvo una gran repercusión en el panorama musical de toda España, llegando a ser clasificada como una de las mejores canciones del pop en español de toda la historia. En la actualidad, se sigue considerándose un clásico y muchos aficionados la consideran una de las mejores canción del grupo.
Como curiosidad, existen dos versiones del vídeo. Una oficial, donde aparecen diversos actores en un estudio fotográfico junto con tomas de la banda, publicado en YouTube y transmitido únicamente en canales de música, y otra con solamente tomas de la banda, solo disponible en DVD.
La canción alude al momento en el que la pareja protagonista se conoció. La letra dice en concreto "Resumiendo con prisas 'Tiempo de silencio". La novela de Luis Martín Santos era, hasta hace pocos años, lectura obligatoria en los colegios e institutos españoles fue el punto de encuentro de la pareja. Es común que los jóvenes intercambien resúmenes de libros antes de los exámenes dando lugar a una tendencia hoy vigente en redes llamada 'Resumiendo con prisas'. De ese resumen precipitado nació un amor, y, de él, un gran éxito musical que hoy se canta como un himno en España y en toda Latinoamérica.