¿Qué fue de Danny Daniel, el mítico cantante que triunfó en los años 70?

Danny Daniel es considerado uno de los cantantes románticos más destacados de España, especialmente de la década del 70 cuando lanzó algunos de sus grandes éxitos como "El vals de las mariposas", "Por el amor de una mujer", "Viento del otoño" o "Dieciséis años". En Uppers hemos investigado qué ha sido el de él y de su fama de rompecorazones.

Todo un rompecorazones

Una de las primeras mujeres que supo cautivarlo fue una joven de Gijón con la que tenía intenciones de casarse, pero no lo logró porque ella lo dejó. Algunos dicen que ese abandono fue lo que despertó su desmesurada pasión por las mujeres, lo que hizo que no se interesara en una sola. De hecho, los más fanáticos de Danny creen que aquella chica fue la musa de "Por el amor de una mujer" o tal vez, una asturiana a la que le obsequió con un libro de Gustavo Adolfo Bécquer, poeta que lo inspiró a escribir sus primeras canciones.

Como el cantautor siempre fue un amante de las aventuras, los viajes formaban parte de su vida, y fue en Suecia donde conoció a Inger, una mujer que lo deslumbró con su belleza. En aquel momento el artista trabajaba cortando troncos y en una fábrica de celulosa. Un día se cruzó a Inger y la invitó a una cita, pero ésta jamás llegó porque en el camino su coche se estrelló y perdió la vida en el acto. Aquello fue un terrible golpe para él. Así, intentó superar el drama regresando a España. 

Cuando ya estaba instalado de nuevo en España, Danny Daniel comenzó a dedicarse de lleno a la música. En la primera mitad de los 70 se convirtió en un cantante de éxito por sus canciones románticas que sonaban en todas las radios y programas de televisión.

En esos años, tuvo un romance con Donna Higtower, una cantante de gospel que consiguió notoriedad gracias a los temas que él le componía. Pero tras unos años la relación acabó; entonces llegó a su vida Marcia Bell, quien llegó a ser conocida en Madrid gracias a Camilo Sesto. Sin embargo, su momento de mayor popularidad fue cuando tuvo su idilio con Danny, hasta que se separaron y poco a poco quedó en olvido. 

Ya a fines de los 70, el artista se estableció en Miami donde se enamoró de Rocío Castilla, una miss oriunda de Guayaquil. Con ella se casó y tuvo un hijo, pero su matrimonio duró solo cuatro años. El cantante se llevó al niño a España, lo que le generó serios problemas con su expareja y la familia de ésta. De hecho, al poco tiempo su suegro viajó a Madrid, citó al cantautor para decirle que solo quería abrazar a su nieto. Se reunieron los tres, el padre de Rocío le pidió quedarse a solas con el pequeño y en un descuido se lo llevó. El cantante volvió a ver a su hijo cuando éste cumplió sus 25 años y luego nunca más se reencontraron.

Finalmente, en 1986 apareció en su vida la venezolana Pity Betancourt, quien actualmente es su pareja y la madre de sus otros tres hijos. Pity es quien apoya en todo a Danny, especialmente en su carrera. Ella es la que se encarga de defender sus derechos de autor en la causa judicial que tiene abierta desde 1992. 

En pie de guerra con los “Gipsy Kings”

Que Danny Daniel sufrió el plagio de su tema más conocido, "Por el amor de una mujer", es un hecho ya probado tras ser enjuiciado por un tribunal francés. El cantautor ahora vive inmerso en una lucha sin fin por que se reconozca como es debido el perjuicio causado por el citado plagio por parte de los "Gipsy Kings", la banda rumbera radicada en Francia. Y por el medio, también cargaba contra la SGAE, por haberle defendido de forma "chapucera" en el litigio inicial de Francia, que, pese a reconocer el robo del tema por parte de los "Gipsy Kings", dictó por su cuenta una indemnización menor, de solo 49.000 euros para el artista asturiano.

Ahora, Danny Daniel está en lucha contra la SGAE reclamando unos daños que ascenderían a 3,7 millones de euros, en función de las ventas que tuvieron los "Gipsy Kings" de sus álbumes, en la mayoría de los cuales aparece "La Dona", el título con el que copiaron el exitoso tema de Danny Daniel. El grupo rumbero facturó millones al vender millones de copias durante muchos años. Y el gijonés entiende que su derecho se debe ver reconocido de forma justa. 

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