Van Halen, AC/DC, Queen: bandas que cambiaron a sus cantantes icónicos (y cómo resultó)

No es poliamor, es anarquía relacional. Algo así podría decirse del que está siendo el 'ménage à trois'  mas mediático del momento y en el que se han visto envueltos la banda La Oreja de Van Gogh, Amaia Montero (su vocalista original) y Leire Martínez (su vocalista más longeva). Ah, los tríos. ¿Qué puede salir mal?

En el mundo de la música ciertamente hay otros casos en los que bandas que aparentemente eran impensables sin sus 'front man' lograron seguir su camino y construir nuevas historias. Así que mientras los más jóvenes comen palomitas mientras esperan que se confirme la vuelta de Amaia, es nuestro deber recordar aquí que hubo una época en la que nadie podía concebir a Van Halen sin David Lee Roth, pero el caso es que la banda tuvo no solo uno sino dos cantantes más, además del de Indiana. Y hay quien ama 'la etapa de Sammy Hagar' (por dios, hay incluso quien ama la etapa de Gary Cherone) a pesar de que, por alguna razón inextricable, y tal como ocurre con el caso de Amaia Montero, en el imaginario del público Le Roth siempre será 'el cantante de Van Halen'.

Le tomó más de dos décadas a Lee Roth volver a la banda, pero lo hizo. Y ahí se quedó con sus más y sus menos, hasta la muerte de Eddie. Y lo mismo le pasó a los Iron Maiden que pasaron por otros cantantes hasta recuperar a Bruce Dickinson, que la verdad es que nunca debió partir. Y siguen.

Pero no hace falta ir tan lejos para encontrar casos parecidos. Para algunos fans de Olé Olé, la banda será siempre aquella de Vicky Larraz diciendo 'No controles', pero para otros, la mayoría quizá, es la banda de Marta Sánchez cantando 'Lili Marleen'. En este caso se dió además la surrealista situación de Larraz tuvo que presentar en Televisión a la nueva vocalista de su propia banda.

Sánchez fue un claro ejemplo de una artista a la que el fandom (o, ejem, ejem, la propia banda) sí le permitió hacer suyo el puesto. "Qué corto fue el amor y que largo el olvido", cantaba Leire en 'Inmortal'. Y también "yo soy tu destino". Auch.

Hay otros caso en los que fue la tragedia la que pareció liquidar para siempre a una banda. ¿AC/DC sin Bon Scott? Inconcebible. Pero tras la muerte de Scott y el consiguiente receso, los australianos demostraron que eran más que su vocalista y además encontraron a Brian Johnson una figura igualmente icónica.

Y ni que decir de Queen, que como todos sabemos 'era' Freddie Mercury. Aquí la cosa estaba tan clara, por imposible tras la muerte de Freddie, que John Deacon, su emblemático bajista, no sólo se largó, sino que no volvió a pisar un escenario en su vida, y a los otros miembros del grupo, Brian May y Roger Taylor no les quedó más que seguir con el proyecto con una + que hablaba por sí sola: Queen + Adam Lambert, Queen + Paul Rodgers... nunca fueron Queen en realidad, pero el modelo le permitió a los septuagenarios Taylor y May seguir haciendo música juntos.

Pegando Oreja

Leire Martínez, por alguna razón que desconocemos, nunca pudo capitalizar la 'energía de la nueva relación' y dejar atrás la alargada sombra de Montero. Lo que ocurrió entre ella y la banda para que durante 17 años el proyecto no trascendiera realmente la 'etapa Amaia' tendrá su explicación. O no. Pero no pasa nada. No es la única. Journey, lo intentó sin Steve Perry (mal), Black Sabbath sin Ozzy Osborne (mal), o INXS sin Michael Hutchence (peor).

En el lado contrario, Pink Floyd solo alzó vuelo (de manera menos críptica) cuando Syd Barret tuvo que dejar la banda por volverse (literalmente) loco, y Genesis se convirtió en otra cosa (mucho más exitosa comercialmente hablando) después de Peter Gabriel. Por poner dos ejemplos emblemáticos.

Mientras tanto, aquí en la tierra Leire ha dicho que 'hablará cuando esté preparada' y Amaia se está callada, escuchando su propia voz. ¿A dónde las llevará este nuevo viaje de Copperpot?