Que venga Dion y la vea. Seguramente en los mejores sueños de Adele esta escena ya había ocurrido mil veces, pero ha tenido que esperar hasta uno de sus últimos conciertos en Las Vegas, para que se haga realidad. La cantante inglesa interpretaba su canción 'When we were young' cuando descubrió entre el público nada menos que su ídola: la diva canadiense Céline Dion, con la que no dudó en fundirse en un emocionado abrazo.
Paradójicamente, esta suerte de simbólico 'relevo generacional' -ambas son, probablemente, las mejores voces de sus respectivas épocas- se da cuando una esta semi retirada y la otra ha anunciado un inminente retiro temporal. De hecho, el de este fin de semana, ha sido uno de los últimos conciertos ofrecidos por la diva inglesa en su 'residencia artística' de las Las Vegas, tras lo cual ha decidido 'vivir la vida que he estado construyendo durante siete años'.
"Es una de mis personas favoritas del mundo" decía de vuelta en el escenario Adele mientras pedía a los asistentes un aplauso para la cantante canadiense, que se veía forzada a ponerse de pie para recibirlo entre lágrimas. Lo de 'forzada' en este caso no es una frase retórica: como se sabe, la enfermedad que padece le ha restado movilidad e incluso la alejado de los escenarios mientras aprende a convivir con ella. De hecho, cuando minutos antes Adele se acercaba a ella para abrazarla puede verse perfectamente que Dion se mueve incorpora con cierto esfuerzo.
Nada de esto, sin embargo, impidió que ambas divas intercambiaran unas palabras: "Te doro, te adoro", le dijo Adele, a lo que Dion contestaba con un 'Te quiero muchísimo', para luego fundirse en un abrazo bañado en lágrimas. Después, Adele continuó su paseo de vuelta al escenario mientras Céline Dion permanecía en su asiento aún llorando, visiblemente emocionada por las muestras de cariño de Adele.
Dion, que se mantiene activa en las redes, tuvo un 'regreso' temporal para la inauguración de las pasadas Olimpiadas y volvió a conmover al mundo con su interpretación del clásico 'L'hymne à l'amour' inmortalizado por Edith Piaf. Tras su momentazo olímpico, sin embargo, la intérprete de 'My heart will go on' volvió a su retiro y no ha vuelto a cantar en público. "Voy a subir al escenario cuando esté lista, no antes. Y mis cuerdas vocales no me asustarán porque voy a estar lista y voy a tocar esas notas como antes. Podría tomar válium para minimizar los espasmos durante las actuaciones, pero no es agradable. Lo estoy intentando", ha dicho.
Mientras lo logra, y Adele vive su propio retiro voluntario, el mundo seguirá extrañando a dos de las mejores voces de las últimas décadas.