Durante la década de los 80, Alaska y Dinarama fue uno de los grupos más icónicos del pop y la new wave en España, logrando una mezcla única entre letras provocativas, estilos musicales innovadores y una fuerte presencia mediática, que los posicionó como referentes de la famosa Movida Madrileña.
Este grupo, compuesto por Alaska, Nacho Canut y Carlos Berlanga, supo capturar la esencia de una época que, entre el destape y el postfranquismo, vivió una efervescencia cultural sin precedentes. Durante esta década publicaron cuatro discos, Canciones profanas (1983), Deseo carnal (1984), No es pecado (1986) y Fan fatal (1989). Repasamos los éxitos en ellos, canciones que no solo marcaron una generación, sino que han conseguido dejar huella en la historia del pop en español.
Este tema se ha convertido en un auténtico himno de rebeldía e individualidad. Con una letra que desafía las normas sociales y defiende el derecho a ser diferente, "A quién le importa" sigue siendo una de las canciones más reconocidas y versionadas del pop español. Publicada en el álbum "No es pecado", la canción es un símbolo de la cultura LGBTQ+ y de quienes, en general, buscan romper con los moldes tradicionales.
Incluida en el álbum "Deseo Carnal", esta canción se convirtió en uno de los mayores éxitos comerciales de la banda y es otro himno de la independencia personal. Con un ritmo bailable y una letra que expresa frustración ante las relaciones tóxicas y el control, "Ni tú ni nadie" no solo arrasó en las listas de éxitos, sino que también consolidó a Alaska y Dinarama como iconos del pop español.
También parte de "Deseo Carnal", este tema destaca por su intensidad emocional y su combinación de melodías pegajosas con letras cargadas de dramatismo. Es una de las canciones más representativas de la era new wave en España, fusionando influencias del glam rock con el pop siniestro que caracterizaba al grupo en ese momento.
Esta canción, más cercana al estilo punk y con una letra irónica y desenfadada, refleja el humor negro característico de Alaska. Con su mezcla de influencias del cine de serie B y la cultura gótica, "Mi novio es un zombi" fue un éxito inesperado que consolidó la imagen transgresora y excéntrica del grupo, y que añadió una piedrita más a la montaña del éxito atemporal de la formación.
Una canción que es parte del primer álbum del grupo, "Canciones profanas". "Perlas ensangrentadas" es una joya dentro del repertorio de Alaska y Dinarama. Con un sonido más oscuro y atmosférico, este tema marca el comienzo del sonido característico que consolidaría a la banda, alejándose de las melodías más ligeras de Los Pegamoides y abrazando una estética mucho más gótica.
Un homenaje al estilo musical y estético del glam rock, "Rey del glam" es un tributo a artistas como David Bowie y T. Rex. Con su ritmo rápido y sus letras que glorifican el brillo y la extravagancia, se trata de una canción que celebra la libertad y la rebeldía propias de ese movimiento cultural.
Este tema, que también forma parte del exitoso Deseo Carnal, aborda las expectativas y estereotipos de género con una mezcla de ironía y crítica social. La canción fue un éxito en las listas españolas y contribuyó al éxito masivo del disco, que consolidó a Alaska y Dinarama como una de las bandas más importantes de la década.
"Hacia el abismo" es una canción menos conocida, pero fundamental para entender la transición del grupo hacia un sonido más oscuro y experimental. Refleja la fusión de influencias que definieron el estilo de Alaska y Dinarama, mezclando el pop más comercial con sonidos más siniestros y atmosféricos.
Los éxitos de Alaska y Dinarama no solo marcaron a una generación, sino que también sirvieron para reflejar los cambios sociales, políticos y culturales que España vivió durante los 80. Desde la rebelión y la individualidad de "A quién le importa" hasta la extravagancia y el desparpajo de "Mi novio es un zombi", su obra es testimonio de la diversidad y la innovación de una de las bandas más influyentes del pop español.