Ana Curra (61) es un verso libre musical. Siempre lo fue. Incluso cuando Los Secretos le propusieron formar parte de su grupo y ella los rechazó porque no iba con su estilo, porque escuchaba a Kaka de Luxe y porque acababa de ser fichada como teclista de Los Pegamoides, que al poco se unirían a Alaska para arrasar con canciones míticas como 'Bailando' y 'Horror en el supermercado'. De todo aquello "permanece mi necesidad de ser libre", nos cuenta.
Con la disolución del grupo, Ana siguió su carrera musical con la creación de Parálisis Permanente, donde pudo dar rienda suelta a las influencias de post-punk, gótico y música siniestra que venía desde Estados Unidos y Reino Unido. En la corta carrera del grupo hasta 1983, truncada por la muerte de su líder Eduardo Benavente en un accidente de tráfico en el que también estaban la propia Ana Curra, que fue hospitalizada y el batería Toti Árboles, grabaron himnos como 'Autosuficiencia', ' Quiero ser Santa', 'Unidos' y la versión de 'Héroes' de David Bowie.
De aquella época guarda gran recuerdo, pero también "una injusticia" que llega hasta nuestros días. Durante todos estos años, y con las numerosas reediciones que se han hecho de los discos de Parálisis Permanente, Ana se queja en la entrevista de que no cobrado "ni un duro" por royalties, a pesar de que era la teclista principal del grupo. "Ellos (los directivos de Dro) saben perfectamente que yo estaba en ese grupo y nunca he recibido royalties", se queja. "Eso caerá por su propio peso y, si no, que les den", dice.
No sería hasta 1985 cuando Ana Curra comenzara su carrera en solitario y cosechara el exitazo 'Una noche sin ti', que fue número 1 de los 40 Principales durante varias semanas y llevó a la crítica a compararla con Madonna, un calificativo que ella misma, como explica en la entrevista, rechazaba.
Tras el éxito de los 80, la teclista y solista decide dar un paso al lado de la industria y dedicarse a impartir clases de música, donde continúa actualmente. Pero siempre con un hilo de conexión con la creación y la libertad personal. La misma libertad que ahora le ha hecho grabar su último trabajo, 'Huaca', donde recorre el misticismo y el mundo de las brujas, con unas letras y un sonido de quien está en total consonancia consigo misma y ajena a la industria musical 'mainstream' de la que siempre quiso huir.