A Toby Keith la idea le llegó en mitad de una sesión de golf. El cumpleaños de Clint Eastwood sería dos días después y el director estaba allí, conversando con su amigo en el torneo benéfico que él mismo organizaba en California, sobre cómo llevaba el asunto. Era 2018 y Eastwood empezaría el rodaje de 'The Mule', la película que dirigió y protagonizó encarnando a un veterano de la Segunda Guerra Mundial de 85 años que trabaja como mula para un cártel mexicano, justo el día que alcanzaba los 88.
El músico le preguntó que cómo seguía adelante con esa energía precisamente en ese momento de la vida en el que muchos lo que buscan es, por fin, parar; según recogía Billboard. Fue entonces cuando le respondió: "Simplemente me levanto cada mañana y salgo. Y no dejo al viejo entrar". La frase se le quedó a Keith grabada a fuego e inmediatamente supo que haría algo con ella. Una canción.
Empezó entonces una obsesión que le llevó a la extenuación. Keith comenzó a empaparse del personaje de Eastwood: "La gente me hablaba y me decían: '¿Escuchaste lo que acabo de decir?' Y yo respondía: 'No', porque no atendía en ninguna conversación", decía. "Don't Let the Old Man In' [No dejes entrar al viejo]" me consumió. Trabajé muy duro en ello. Cuando finalmente canté la frase, pensé, el tema tiene que ser oscuro, tiene que ser una balada y tiene que ser simple".
El trabajo intenso le pasó factura. Keith se puso enfermo justo el día que, con el tema terminado, se disponía a grabarlo. Aun así lo hizo: "Estaba enfermo como un perro ese día. Tosía y estornudaba pensando 'esto es terrible'. Saqué la mejor voz que pude ese día y lo envié. Era una voz realmente ronca, somnolienta, cansada y enferma. Y le dije 'bueno, ahora tienes una referencia, volveré a grabarlo con otra voz por ti".
Pero no hizo falta. Inmediatamente, Clint Eastwood le devolvió la llamada. "Tengo un hueco para la canción en la película y la voy a poner ahí", dijo el director de cine. Más tarde llegó otra llamada por parte de la productora, Warner Bros, que, alucinados, le preguntaron si había leído el guion antes de componer el tema porque encajaba a la perfección.
Y así fue, resultó que esa voz cascada aportó el punto dramático que el final de la película requería, y es la que le da cierre. "He vivido muchas lunas / mi cuerpo está cansado y desgastado / Pregúntate, ¿cuántos años tendrías si no supieras el día en que naciste?". Con estas palabras, Keith evoca a esa idea de que, en muchos casos, la edad es más una actitud mental, un simple número.